Om Namo Bhagavan Vasudeva
Mantra para conectar con el Dharma almico o mapa Encarnacional.
“Solo soy un transmisor… algún día las palabras serán coherentes con mi actitud en la vida, en el amor y en lo bello de la consciencia.
Aun no logro esa coherencia, pero trabajo en ella. La mejor forma es ver los errores, tomarlos, cobijarlos y transmutarlos en luz consciencial.
He aprendido que a la mente comparativa no se le combate, se le cobija, se le ama… he aprendido que está llena de nuestros dolores y trata de alguna manera de protegernos, cree que esta sola… se disfraza de enojo, critica, hostilidad, miedo, separación, ruptura, de todo lo que es adverso al espíritu… tratando de cicatrizar heridas kármicas que llevamos y que hemos aceptado cuando no nos abrimos al Dharma de la bondad y el amor. Amando la mente comparativa, otorgándole amor y consciencia, es decir, sabiendo profundamente y con fe lo que hacemos… se aquieta… maya desaparece… Kali se adormece… y
Cristo-Krishna, abre sus ojos en nuestro interior” Un Ashrami Ascendido.
Karma: Todo está en ti.
Hay personas que se pasan la vida haciendo cosas que detestan, para conseguir dinero que no necesitan y comprar cosas que no desean, tan solo para impresionar a gente que odia.
Un avatar, es un antakarana entre el cielo y la tierra. Vienen a corregir la deformación de su enseñanza. A eliminar los vicios de la interpretación pasional de su doctrina por aquellos que codiciando los tres espacios inferís, sacaron provecho propio deformando la doctrina pura.
La flauta de Krishna, era un antakarana del hálito, tomaba aire, elemento vital, llenaba sus pulmones, el aire se impregnaba de la esencia de su ser, y era derramado al éter en forma de notas melodiosas, como las vibraciones de la música sublime de las esferas. Jamás acepten otra interpretación, menos aquellas que están ligadas a lo pasional.
No huir del sufrimiento, para sanarlo y transformarlo en paz, compasión y amor.
La Quietud y el Movimiento son pautas cosmogónicas presentes en todas las Dimensiones y esferas de la Creación; que es el espíritu santo, el hálito divino, también en la Fuente o Padre/Madre Divina y en el Hijo o Cristo. Aplicado al ser humano y en lo que aquí ocupa: Una Libertad que el Movimiento otorga al emerger del resplandor de la Quietud.
Cuando un Ashrami, es capaz a través de la meditación, la contemplación y el discernimiento de diferenciar la quietud y el movimiento, comienza a integrarse y a interrelacionarse con las Dinámicas Creadoras del Universo. La quietud y el movimiento no son opuestos por tanto no existe dualidad en ellos. Es el Ying y el Yang… el saber elegir desde la mente integrativa, sin separar ni juzgar, como lo dice la mente comparativa, que separa y rompe, creando murallas partidas en nuestro interior, que no nos integran por falta de continuidad, de cables con roturas que le impiden a la inteligencia de luz (Dharma) circular.
KRISHNA: Se acabaron las preguntas: emergió la Quietud. No hay expansión de consciencia sin cambio interior: solo así la mente se libera de la Matrix holografíca o ilusión Arkontica, para deformar la psiquis humana.
Los Trece Senderos del Dharma, profundamente meditados y expandidos interiormente, nos hacen comprender que La Vida y la Consciencia -que en todo están y todo llenan- gozan de toda la Sabiduría de manera innata y no necesitan hacerse preguntas. Observo un grado de uva, allí encuentro la sabiduría divina…
La Primera Noble Verdad es el estado de sufrimiento del ser. Si miran profundamente dentro de ella, verán las otras tres verdades, incluyendo la Verdad del Sendero, lo que llevará al cese y transformación del sufrimiento. Mas si tratamos de huir de la Primera Noble Verdad, no hay manera de que podamos ver la Verdad del Sendero y nadie nos va a poder guiar en la transformación y la sanación.
Cuando los Brahmanas, cantan por primera vez el nombre de Om Shanti, se adentran en su interior y tocan el sufrimiento que ahí hay. Cuando cantan el nombre por segunda vez, reconocen el sufrimiento de aquellos que están a su alrededor. Cuando lo cantan por tercera vez, perciben el sufrimiento en el mundo. Y cantando así, con Atención Correcta, ellos generan juntos la energía de la Atención Correcta, concentración y compasión.
La energía de la Atención Correcta para tomar contacto con el sufrimiento puede ayudar a surgir la energía de la compasión. La compasión es un tipo de energía que puede ser sanadora y transformadora pues unifica las murallas partidas del interior, los cables desunidos los unifica y realiza la circulación de las energías que conforman la mente. Las dos mentes se unificas sin prevalecer ninguna de ellas sobre la otra, TODO ES CONSCIENCIA. Y si sabemos cómo permitir que la energía colectiva de la Atención Correcta y la Paz penetre en nuestro cuerpo, sufriremos menos, podremos liberar la tensión y el dolor en el cuerpo y también liberar la tensión y el sufrimiento en nuestro corazón.
Escuchad la canción cuantas veces lo sintáis en vuestro corazón. Seguid para ello los consejos de Atención Correcta formulados por Krishna, bajo la Luz de Vasishta. Y permítanme les hable desde su presencia, para realizar el ultimo Yoga, de este periodo asencional… no tengáis miedo a llorar. Porque si oís con Atención la canción, vais a llorar y mucho. Pero es normal y hermoso, forma parte de la práctica de sanación y transformación del sufrimiento, en Paz, Compasión y Amor.
Mi propio sufrimiento: su transformación en Paz
Primero, me pasé tres meses llorando, a consecuencia de mi propio sufrimiento.
Y brillaba ya en mí la Armonía y la Alegría, habiendo comprendido definitivamente la Perfección de cuánto Es y cómo la Felicidad es Nuestro Estado Natural.
Reconocí que así era, y el sufrimiento fue saliendo a cuenta gotas, poco a poco, al ritmo de mis lágrimas y sollozos. Hasta que un día supe que había salido la mayor parte de él y que mi interior empezaba a estar por fin limpio de dolor. Inmediatamente comprendí que mi sufrimiento había sido consecuencia directa de mi cuidado hacia mí mismo (ese dichoso cuidado de nosotros y hacia nosotros mismos que tanto preocupa a los seres humanos). Y haciendo míos los versos de San Juan de la Cruz, “dejé mi cuidado, entre las azucenas, olvidado”.
¡Se acabó el cuidar de mí!. Y el lugar del cuidado fue inmediatamente ocupado por la absoluta confianza en la Providencia Divina, en la que fluyo desde entonces sin pretender controlar mi vida, ni programarla, ni conducirla a puerto alguno previsto por mi mente o por mi ego.
Entonces, dulcemente, se posó en mí, la Paz.
El sufrimiento de los que están a mi alrededor: su transformación en Compasión. Los seres, quienes sean que estos sean y el rol que tengan en nuestra vida encarnacional, son sinónimos de amor y sufrimiento. Si pretendemos el cambio de ellos, exterior a nosotros, vamos por la vía del Karma. Si queremos el cambio en los otros, debemos elegir la vía del Dharma, cambiar interiormente nosotros.
Llegaron después otros tres meses de llanto: ahora, por el sufrimiento de los demás; de la gente que está a mi alrededor.
Ríos de lágrimas manaron de mis ojos, y una cascada de estremecimientos conmovió mi corazón ante la contemplación interior y exterior de tanto sufrimiento desparramado por la vida de tantas personas -algunas, tan próximas y queridas. Y no sólo por motivos físicos (violencia, penurias económicas, injusticias, enfermedades, rupturas de relaciones, apegos materiales, ritmo de vida estresante…), sino también por esas razones que pertenecen a la “sinrazón humana” (miedos, culpas, autolimitaciones mentales, sentimientos de soledad, desamores, vacío interior, depresiones…).
Así hasta el momento en el que me percaté de que el sufrimiento por los que están a mi alrededor contiene o puede contener dos tipos de sentimientos bien distintos: el sufrimiento puro por el dolor que vivencian, o el sufrimiento derivado por el impacto que en mí y en mi vida tienen esa vivencia y ese dolor.
En lo relativo a este segundo tipo de sufrimiento, comprendí que era mi responsabilidad, pues tenía su causa en mi deseo de estar contento; es decir: en mi absurdo empeño de buscar fuera y en el exterior, la Felicidad que todos atesoramos dentro, por lo que asumí e interioricé la honda dimensión de lo dicho al respecto por Buda: “Mi deseo de estar contento, es el origen del dolor de los demás”.
En cuanto al primero -esto es: el sufrimiento puro por el dolor que experiencian los que están a mi alrededor-, constaté que, dada su pureza, puede ser transformado en Compasión, y que ésta es una energía sanadora que puedo proyectar hacia ellos y en ellos paliando así su dolor.
El sufrimiento del mundo: su transformación en Amor
Finalmente, vinieron otros tres meses de desconsuelo por el sufrimiento del mundo, en su globalidad y totalidad.
¡Cuánta aflicción por cuántas cosas! ¡Cuánto abatimiento por los obtusos caminos en los que se ha adentrado la llamada civilización! ¡Cuánta amargura por tanto daño al género humano, a los animales y plantas, a la Naturaleza en su conjunto, a la Madre Tierra y a la Creación!.
Pero un día las lágrimas cesaron. Había comenzado a entrever que ese sufrimiento emanaba –igualmente- de mí. Más concretamente: de mi necesidad de enjuiciar todo y a todos y mi anhelo de que las cosas sean y marchen como mi yo quiere y pretende que sean y marchen. Y el corolario de un viejo Brahman, surgió en mi memoria con gran convicción: “Respeta a los demás y al mundo, aceptando todo y a todos tal como son: sin estar de acuerdo ni en desacuerdo con nadie ni con nada”.
Entonces, dulcemente, se posó en mí el Amor.
La transformación del sufrimiento: Confianza
Aquí y Ahora la Confianza plena se ha posado dulcemente en mi Corazón. Ya no hay huída del sufrimiento. Y la Confianza ha transformado el sufrimiento en Paz, Compasión y Amor:
+ Confianza en la Providencia: el cuidado de uno mismo sustituido por la confianza en la Providencia, que es nuestro ser interior y divino en acción.
+ Confianza en la Vida: el deseo de estar contento, sustituido por la confianza en la Vida, que es el Aquí y Ahora, ni más ni menos, en su completa y amorosa radicalidad.
+ Confianza en la Perfección de cuánto Es: el enjuiciamiento y el anhelo de que las cosas sean y marchen como anhela mi pequeño yo, sustituidos por la Confianza en que todo fluye, refluye y confluye en la Perfección de cuanto Es.
- Confianza en la Sabiduría Innata: la incesante búsqueda de conocimientos, originada igualmente por mi deseo de estar contento y la necesidad de enjuiciamiento, sustituida por la Confianza en la Sabiduría Innata que como seres divinos atesoramos en nuestro interior.
Y Krishna se despojo de su ropaje y encarnó en galilea… así, la India Aria y el Occidente, se unirían en un mismo Rayo de Fuego Cósmico: La Identificación como Hijos de un Mismo y Unico Padre.
Namaste
Namaste