viernes, 13 de enero de 2017

Los tatuajes y la Iniciación Ivrí









En cierta ocasión me preguntó una persona ¿Qué tiene de malo, mostrar mi respeto y amor por la kabbalah, tatuándome las escrituras en MÍ cuerpo? ¿Tatuarme el Nombre de Dios, no es una protección? 

Particularmente me es muy difícil entender una Kabbalah des-contextualizada del ámbito de la Torah. Si bien puedo entender la diferencia entre la religiosidad común, como el concepto de re-ligar mediante la manifestación de seguir unos patrones morales determinados, un dogma y un culto, de la iniciación que implica el cumplimiento de las Mitzvot, visto de esa manera la "Torah de Israel" no es una "Religión".

Todavía me sorprendo, pero trato de entender, pues sus maestros han hecho un esfuerzo por separar la "Kabbalah" de lo que ellos llaman "Judaísmo religioso", cuando escucho a algunas personas usando los términos "Biblia Judaica" y "Biblia Kabbalista" para distinguir dos ediciones distintas (esto es de editoriales distintas) del Tanaj, en su lengua original. Y se me sale el profesor (no maestro) que tengo adentro, para tratar de explicarles que a lo que realmente se refieren es, a dos niveles distintos de interpretación del Tanaj, Peshat "literal" y a Sod "Secreto",  y no a dos Tanaj distintos. 

Debo decir también, que la Kabbalah (esto es, interpretando en la dimensión más profunda del Tanaj) dice que sólo debemos desear un cambio interior y la observación interior, a través del cual el Creador se revela en nosotros, esto es a lo que se llama "revelar la Luz". Dejando a la externalidad, y a los aspectos corporales, sólo a su existencia mínima. Es decir  que "Estar en Kabbalah" verdaderamente es más, vivir de acuerdo a las leyes del Creador con una conciencia muy profunda, y transformarnos Interiormente, alcanzando la corrección del deseo egoísta, a través del estudio de la Torah, las acciones de Bondad y el servicio Divino, que tener una Mezuzah?? en la cartera para protegerme? o tatuarme un nombre de Dios en mi cuerpo, Kabbalah es vivir en lo interno, no en lo externo, de amuletos.


La Torah prohíbe los tatuajes, la fuente de esta prohibición es Levítico 19:28: 

"No grabarás un tatuaje en tu cuerpo". 

Esta prohibición se aplica a todos los tatuajes, también a los de indole religiosos, que no son más que creencias externas de fetichismo pseudo-espiritual.




Aunque algunos iniciados Ivri creen que éste es uno de los jukim de la Torah, los mandamientos que superan el intelecto humano, igualmente hay iniciados Ivrí que ofrecen algunas explicaciones para esta prohibición:

1) El cuerpo humano es una creación Divina, y por lo tanto es inapropiado mutilar la obra de Di-s, especialmente para los miembros del pueblo elegido por Di-s. Uno debe creer que Di-s, el artesano más grande de todos, nos creó de la manera más apropiada a su imagen y semejanza, y no debemos cambiar esta forma. Cambiar el cuerpo (salvo por razones de salud) es equivalente a insultar la obra de Di-s.

2) Antiguamente se acostumbraba que los devotos de un ídolo se tatuaran como muestra de pertenencia a esa deidad, al igual que un animal es marcado por su dueño. En muchas ocasiones la Torah prohíbe las prácticas que emulan las costumbres paganas -considerando que seguir sus tradiciones es el primer paso hacia las creencias idólatras, al alejamiento del amor y por lo tanto generadoras de karma.

3) La piel es un órgano externo y por lo tanto recibe la energía cósmica. Los libros de Hashem fueron escritos originalmente en piel, la piel humana es el pergamino de la energía interior y los retículos vivientes de la presencia que son emitidos por el Cristos-Solaris. Los tatuajes cualquiera sea, incluyendo los que lleven letras hebreas, son verdaderas manchas para el pergamino de la Torah interior, como manchas en las letras de un libro que borra o altera las energías interiores con las energías que vienen y van desde ese centro al universo.

4) Ya se ha notado en renacimientos karmicos, de personas que en vidas anteriores han tatuado su cuerpo, han comenzado a nacer con diferentes enfermedades cutáneas que obviamente serán mucho más comunes de observar en dos o tres décadas a futuro

Mostramos la Luz con nuestro cambio interior, que sí se manifiesta en nuestros actos exteriores y no mediante cosas externas.







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