domingo, 7 de julio de 2019

Tsade Fuerza Interior

Centro de Conexión del Circulo Sananda 


La Tsadeh es una letra muy querida por su forma particular y por su simbolismo. El trazado de esta letra da la impresión de una escultura con dos cabezas, dos “Yod” que se enfrentan y que evocan la doble figura de la dualidad, de un andrógino, de dos serafines que están cara a cara en el “Arca de la Alianza”. 
La letra representa una línea que hace compartir el mundo actual al mundo a venir. La letra Tsadeh simboliza una sublimación con el fin de acceder a otro nivel de la existencia o de la consciencia, o bien un cambio de ciclo. Esta transformación se puede realizar de diversas maneras: por el proceso de la muerte que conducirá hacia una existencia espiritual o, más prosaicamente, par la evolución a través una cadena por la cual nuestros actos permitirán a otros seres de perpetuarse más allá de nosotros mismos. Es, por ejemplo, la imagen de una cadena alimentaria en la cual la vida de un reine de la naturaleza permite alimentarse a otro reino con el fin de que la vida continúe. El ideograma de esta letra evoca un anzuelo que permite pescar y alimentarse. 

Discernimiento Confianza Respeto Fidelidad Paciencia Causa - Efecto Orden 
Notas: Fuerza Interior para enfrentarse al espectro umbral. 
Silencio Vacío Fuerza Interior Contemplación Certeza Valor

Los 13 Senderos del Dharma 

Enlace Madre Divina Gea: pag. 1-2 
“El amor es la presencia de mayor alcance de la creación. Pero el amor de Verdad, basado en el espíritu de Dios, el amor sin ilusión. No me refiero al amor pasional en ningún aspecto y bajo ningún parámetro corporal o sensorial. Me refiero al amor como presencia de Dios, y a ustedes como parte de esa presencia verdadera. Por favor no confundan”. 

El dejar ir es su fuerza.
Rasguemos abajo el velo de la separaciónEl primer paso es pedir ayuda. 
Lo diré otra vez: Madre Divina Gea, es la energía que anima el universo, y cuándo se alinean con esa energía, sus vidas son bendecidas por la misma energía que anima el universo entero. 
El conocimiento de la verdad les va a llegar.
La curación divina viene de Dios.
Para iniciar esta curación; deben conectarse con la energía divina infinita. 
Confíe en a su yo divino.
Así se alinean totalmente con su Amada Presencia YO SOY. Este es el nivel más alto de sanación del que dispone la humanidad porque viene del amor divino. Guiándose interiormente por la integridad infinita. 
Aprenden a elegir constantemente el amor, y descubren la verdad. Entonces descubren; la confianza, la paz, la libertad, en amor y en verdad. 

Los Tres Movimiento de la alineación Interior. 
La verdad única (reino de los cielos)
La Consciencia del Espacio Interior
La alegría de Ser 
Fuerza Interior. 
El anterior: Fidelidad. El Caballo Negro
El Subconsciente. 
El caballo negro de los cuatro jinetes del Apocalipsis, representa la perversion de la mente humana consciente y de la mente subconsciente. Trae consigo la oscura desesperación y la larva astral que se instala en los niveles de la mente inferior, que en el estado de desalineación respecto de la Mente Superior sabe que esta separada de Dios. 

La energía mal calificada del Karma se almacena en el cinturón electrónico del subconsciente. Y los arquetipos absolutos de antipatía de las cuatro Personas de la Deidad están almacenados en el inconsciente. 

NOTA 1. El término “subconsciente” se define como las actividades mentales justo por debajo del umbral de la conciencia que fácilmente pueden llevarse a la conciencia; y como el aspecto de la mente que es una entidad o una parte del aparato mental, que se traslapa, es equivalente o es distinta del inconsciente. Algunos psicoanalistas emplean el término para describir una zona entre el inconsciente y el consciente. [Yo estaría de acuerdo con esto pero la definición es más amplia.]: En el psicoanálisis el término “inconsciente” se utiliza para denotar “la porción de la mente o funcionamiento mental que contiene los recuerdos, los deseos y los impulsos que no son directamente accesibles a la conciencia pero que tienen efectos dinámicos sobre el pensamiento y la acción. Freud sostenía que hay dos tipos de contenidos mentales almacenados en el inconsciente: algunos deseos e impulsos infantiles, o ‘primordiales, que nunca se han vuelto conscientes pero que aparecen o se representan en los sueños, las fantasías, el pensamiento mágico y gestos; y material vuelto consciente por un tiempo pero que ha sido expulsado de la conciencia, como algunos recuerdos e impulsos”. 

Modificando los conceptos de Freud, Carl Jung elaboró una teoría sobre el inconsciente personal y el inconsciente colectivo. Jung postuló que el inconsciente personal “consiste en experiencias que alguna vez fueron conscientes pero que han sido superadas u olvidadas, así como en ideas y deseos que nunca han sido lo suficientemente fuertes como para hacer una impresión consciente. Algunos de estos recuerdos, pensamientos y sentimientos pueden desprenderse del cuerpo principal de la psique debido a experiencias traumáticas o conflictos internos, y formar una constelación o ‘complejo’ propios... [El inconsciente colectivo] es el residuo de la historia racial del hombre y sus ancestros animales... Es una acumulación de predisposiciones y potencialidades que en su totalidad forma el marco de referencia con el que vemos el mundo. Jung llama ‘arquetipos’ a estos componentes estructurales... Surgen de la experiencia histórica y constituyen los fundamentos heredados sobre los cuales se construye la estructura entera de la personalidad. En una palabra, la psique de cada individuo refleja la sabiduría y la experiencia de las eras.” 

Los Senderos del Dharma, son energías vivas que habitan en el corazón de la Tierra y representan la entrega y la fuerza que los Elohim depositaron en el origen del Plan Divino para la Humanidad. Son la Puerta abierta a través de la cual se manifestó la intención de la Madre Divina Gea, al convocar a las Almas a venir a vivir la experiencia de la vida junto a ella. Son los Senderos de la Conciencia la representación del entendimiento de las Leyes de la Luz para el Ser Humano y su activación supone para aquellos que la reciben, una transformación en la perspectiva desde la cual observan la Vida. 

Los Senderos del Dharma, aparecen en este tiempo para otorgar claridad y una conexión más profunda con la Vida, la Tierra y el universo. Por sí mismos representan la iluminación de los aspectos de la sombra interior y ofrecen la posibilidad para trascender las ilusiones que los miedos proyectan ante la consciencia humana. 

En esta ocasión corresponde activar FUERZA INTERIOR. Este Sendero de la Conciencia representa el empoderamiento consciente que surge del reconocimiento del potencial que habita en el interior del corazón. 
Es importante comprender que en cada momento existe dentro del corazón todo el potencial para poder desarrollar o llevar a cabo lo que sea que el Alma necesite para cumplir su parte dentro del Plan Divino. 

En ocasiones la vida ofrece giros inesperados. Cambios que sacuden las bases de las zonas de confort en las que se refugian y en esos momentos en los que la vida les desafía es cuando sienten las fuerzas flaquear. Olvidan por completo que cada una de las experiencias que viven, fueron elegidas por voluntad propia antes de nacer y que de alguna manera toda su vida, se habían estado preparando para ello. Conforme surge un desafío, en el interior del corazón habita la fuerza para superarlo, en calidad equitativa a la dificultad. Nada acontece en tu vida que no puedas solucionar, solo es cuestión de encontrar la Fuerza Interior para superar los acontecimientos y elevarlos a su más alto potencial. 

Comúnmente en esos momentos de dificultad, es cuando desean salir huyendo y no tener que pasar por las experiencias que están pasando. Sin embargo, el hecho de vivir lo que te toca vivir implica que esa ha sido tu elección consciente a nivel almico y por lo tanto, en esa experiencia se encuentra oculta tu Maestría y el reencuentro con tu mayor Luz. 

Muchos de ustedes desearían haber tenido vidas diferentes. Haber tomado caminos y elecciones distintas porque hoy se arrepienten de los resultados y del camino que como consecuencia resultó. Permítanme decirles: el arrepentimiento solo crea ataduras y no permite que nuevos senderos se tracen. Mirar constantemente el pasado deseando haber tenido la fuerza o la sabiduría para tomar tal o cual decisión, solo crea un espacio hueco en el presente. Tu energía se pierde y tus cuerpos se desdoblan generando como consecuencia falta de claridad mental. 

Mirar al pasado es solo útil cuando se hace para aprender de los hechos y trazar rumbos distintos en el presente. Mirar al pasado para condenarte por tus actos o castigarte con arrepentimiento, solo hace que te pierdas el momento presente y eventualmente tal vez cometas los mismos actos, puesto que tus emociones a través de la culpa y el arrepentimiento siguen aferradas a lo que consideras tus errores. Si diste un paso que te hizo tropezar y caer, no mires atrás lamentándote por ello y odiando lo que te hizo tropezar. Mira atrás observando con que te tropezaste y aprende de ello, para no volver a caer en el mismo lugar o de la misma manera. Eso es lo que realmente crea un cambio y una evolución consciente. Esa es la Fuerza Interior que está representada por el Décimo Sendero de la Conciencia. Las personas comúnmente sufren por apego al pasado o por arrepentimiento. No hay peor culpa que aquella que surge como consecuencia de lo que no se dijo o se hizo en su momento. Cuantas Almas no han pasado la vida entera lamentándose por hechos ocurridos en el pasado sin tomar consciencia que la Fuerza Interior que habita en el corazón es capaz de transformarlo todo. Es momento de recuperar esa fuerza y que esta sea el impulso para reconectar con los aspectos más luminosos del Ser que habitan en tu interior. 

Este Sendero del Dharma se activara en las articulaciones de las rodillas. Ya que estas representan el sostén mediante el cual el Ser se mueve en el mundo. La energía del Rayo Azul Zafiro brindara su fuerza aportando orden, de manera que la Fuerza interior pueda resurgir desde el corazón. 

NOTA 2 : 

Parásitos astrales: Demonios, Pesadillas y otras entidades negativas. 
A mí personalmente no me gusta usar mucho el término "demonio" o "ángel caído", porque tiene mucha connotación jadeo-cristiana, y además está MUY distorsionado no sólo por la mitología judaica, sino también gracias a las versiones que Hollywood nos ha dado con películas como , o . Eso, sin contar la imagen estereotipada del macho cabrío o del Satanás que vive en un Infierno de lava, huesos y llamas. Sin duda es una imagen muy llamativa dentro de la ficción y la fantasía. Pero energéticamente, los demonios son algo muy diferente. 

Por eso, yo prefiero llamarlos "daimon", que es el término griego original (δαίμων o ), que proviene del verbo δαίομαι o "", que significa literalmente "dividir". Eso es, precisamente, lo que los daimons hacen con las personas: dividirlas, romperlas y destruirlas, o mejor, colaborar en su autodestrucción. 

El daimon ataca en los tres aspectos de la energía de la creación en los seres humanos, por el cual manifiestan el amor. Sexual. Emocional y Etérico. Los daimons pueden ser sujetos encarnados como desencarnados. En los seres encarnados transmiten su posesión por la energía seminal corrompida. 

La importancia del semen, para la consciencia esenia. 
Una micro célula que alberga el origen del ser humano vivo. La información contenida es esencia y sustancia de la materia Divina de la Creación y su vibración es acorde al alma humana. Por tal motivo es la materia prima de un cuerpo que encarnara un alma inmortal. El cuerpo humano tiene muchos órganos vivos. Millones de células y cada uno un determinado potencial astral. Ninguna se compara a la célula de la creación contenida en el semen humano, energía seminal de hombres y mujeres, capaz de crear una vida completamente nueva, un cuerpo capaz de albergar un alma viviente y por que no, sufriente (si se le aborta). La energía seminal es la base de una existencia física. Se llega a la existencia ya que es el 50% de la energía de la vida, el otro 50% y esto es figurado, es la vida espiritual. Muchos maestros y guías conscienciales incluyéndome, hemos enseñado que la practica de derrame seminal atrae daimons, o bien pueden crear larvas astrales, Rogat cita en un de sus libros a Parascelso, al respecto. Ahora, en la nueva energía de consciencia, que es la Energía propia del alma manifestada en este plano como Consciencia Álmica, ya no se contempla tanto el derrame seminal corporal, sino la causa de la compulsión que lleva a que el individuo realice tal acto... Desde la consciencia álmica decimos que esa compulsión aunque sea estimulada por energías vivan inferas, puede ser transformada. 

Sobre su origen, hay muchísimas versiones: desde la caída de "ángeles" desde el cielo al infierno (en términos energéticos, serían frecuencias de alta vibración que, en algún punto, se desarmonizaron del plano celestial, y por ende su frecuencia descendió tanto que estas energías no pudieron mantenerse en ese plano y se vieron arrastradas al Seol, donde pueden vibrar de manera más estable); hasta versiones en las que son almas humanas "corrompidas", cuya vibración ha bajado tanto que ya no pueden ni reencarnarse, y por ende se transformar en otra cosa. Hay muchas versiones, todas muy interesantes, pero creo que eso lo voy a dejar a criterio de cada uno y de sus creencias. 

Los daimon son los entes del Seol, uno de los estratos con la vibración más baja dentro del propio bajo astral; y por ende, ellos también poseen la vibración más baja que haya percibido. Si tuviera que describir cómo se siente su presencia, diría que no es exactamente "mala" u "oscura" o "diabólica". Más bien, es excesivamente neutra. Es como entrar en una cámara de aislamiento acústico en el que no oyéramos nada más que nuestra propia respiración, nuestro corazón y nuestros sonidos orgánicos, sin ningún otro sonido de sala. Es bastante opresivo, en realidad. Aunque no puedas verlo, no es un estado natural, no es algo para lo que tu oído esté hecho ni que tu cerebro pueda soportar durante más de unos minutos, porque ese te resulta instintivamente agobiante y desquiciante. 

La presencia de los daimons es similar a esa sensación. No es que notes algo turbio o retorcido, como pasa con otras entidades. Más bien se trata de que, al querer ocultarse TANTO de la percepción humana, rebajan TANTO su vibración que su percepción, más que ser el hecho de "notar algo" se parece a una "ausencia de percepción" (que no es lo mismo que no notar nada), lo que nos resulta incómodo y extraño, ya que no estamos acostumbrados a percibir energías con longitudes de onda tan grandes y densas. Es como entrar en una cámara de aislamiento acústico en el que no oyéramos nada más que nuestra propia respiración, nuestro corazón y nuestros sonidos orgánicos, sin ningún otro sonido de sala. Es bastante opresivo, en realidad. 

Olvidad esa imagen de demonio, propia de la fantasía, de un macho cabrío con alas y un pentáculo invertido en la frente o de un ser monstruoso hecho de fuego y sombras. Olvidaos de Satanás, Leviatán, Asmodeo, Astaroth y todos esos nombres reconvertidos por los judíos No hay modo alguno en que podamos adivinar la forma de un daimon. Como los "ángeles", los daimons son pura energía, pero con una longitud de onda tan baja que ni siquiera pueden adoptar una forma concreta. En su informidad, hay quienes incluso asegurarían que son hermosos o magnéticos, como si en su energía hubiera algo atrayente que no se puede describir. 

Si entes como los egrégoras o las pesadillas son parásitos o infecciones astrales; los daimons son retrovirus. Es decir, lo que hacen es infiltrarse en la vibración de otros entes o espíritus, y actuar desde las sombras, moviendo los hilos sin que su huésped se de cuenta. Algunos daimons saben camuflarse tan bien que pueden acompañar a un alma incluso a través de varias vidas sin que ésta se de cuenta de su infección. 

Igualmente su presencia puede permanecer latente durante años o varias reencarnaciones, hasta que finalmente se manifiestan, sutiles y silenciosos, manipulándonos desde lo más profundo de nosotros mismos, sin que seamos conscientes de que estamos poseídos por ellos. 

Los daimons nos desean por encima de todo, ya que nos necesitan para poder manifestarse, dependen de nosotros, ya que sin otro alma no pueden lograr sus propósitos: recrear energías de baja vibración, atraer la desgracia, la desdicha, el odio, la tristeza... O a las personas desdichadas, desgraciadas, tristes, etc; para atarlas a él y vampirizarlas energéticamente. Son como imanes para todo lo negativo. Por ello, las personas poseídas por un daimon no son como los posesos histéricos de las películas. En realidad tienden a ser gente con auras magnéticas (algunos videntes aseguran ver venas o manchas negras en sus auras), que por algún motivo nos resultan inquietantes o atrayentes. Suelen ser personas con mucho magnetismo, ya sea físico o social, con mucha capacidad de convicción y dotes para hablar. Nadie sabe como lo hacen, pero consiguen atraer toda la atención sobre sí mismos sin apenas esfuerzo, y sin que nadie se percate. Realmente despiertan nuestro interés, aunque quizá no sean el tipo de personas que nos caigan bien. Tienen ese "algo" extraño que nos hace desear más, al mismo tiempo que nos hace sentir extrañamente bien por complacer sus deseos o caprichos, aunque no lo haya dicho directamente. 

Sigo diciendo que las películas y la literatura actual no es muy fiable, pero sí es cierto que los auténticos Warren explicaron muy bien en su día cuáles son las fases de actuación de estas entidades. Y también distinguieron un punto muy importante sobre estos entes: los daimons infectan personas, no lugares ni objetos. Por ello da igual dónde vayamos o cuantas veces nos mudemos: si somos el blanco de un daimon, éste nos perseguirá a donde vayamos. 
La fase de manifestación es aquella en la que el daimon logra alcanzar el plano terrenal. Dada su baja vibración, no pueden llegar por sí mismos a nuestro plano. Pero a través de algunos rituales, hechizos o de herramientas de comunicación/predicción (como la "ouija"); los daimons pueden encontrar una "puerta" hasta el plano más cercano al terrenal: la Umbra; desde la cual si pueden manifestarse. A veces aparecen por invocación directa, o a veces "se cuelan" en rituales que manipulen energías del Bajo Astral. En esta fase, el daimon elige a una víctima (generalmente a alguien energéticamente débil o tendente a caer repetidamente en estados vibratorios bajos, que se encuentre desprotegido a nivel astral), e implanta una marca energética invisible en ella para seguirla y rondarla allá donde vaya. 

La fase de infestación se da cuando el daimon empieza a hacer resonar su vibración y a atraer a los otros entes de baja vibración que pululan por la Umbra. Por ello, lo normal es que su víctima se vea rápidamente avasallada por pesadillas, o que su hogar se plague de egrégoras que comienzan a crear un mal ambiente general que facilite que el estado emocional de su víctima vaya decayendo paulatinamente. 

La fase de opresión, en esta fase es en la que se dan los fenómenos poltergeist (de haberlos, que no siempre ocurren), y tanto la víctima del daimon como los que conviven con ella empiezan a darse cuenta de que hay "algo raro": cosas que se mueven de sitio, electrodomésticos que se encienden o se averían si motivo, casualidades funestas o siniestras, sonidos extraños, psicofonías, manifestaciones de entes en la oscuridad (suelen verse bien en los espejos), etc... En este punto, el daimon manipula a los otros entes, como egrégoras o pesadillas (o incluso a espíritus difuntos) para que el miedo y la desconfianza se instauren en la vida de su víctima, llevándola a aislarse y a renegar de cualquier ayuda; de manera que nadie interfiera o impida que de comienzo la última fase. 

La fase de posesión llega cuando el estado vibratorio de la víctima es realmente bajo. En este punto, es probable que la víctima no sólo sea víctima de algún desequilibrio psicológico grave o un trastorno mental; sino de un estado de salud delicado o extremadamente malo, bien sea por abandono o enfermedad. Muchas personas víctimas de los daimons cometen suicidio o desarrollan enfermedades mentales graves, entre otras situaciones autodestructivas. La mayoría no lo saben, pero en este punto, han sido "poseídas". Esto no quiere decir que su personalidad cambie ni que sus cuerpos empiecen a levitar mientras hablan con voces guturales. No, las posesiones son muchísimo más sutiles, ya que en este punto, los daimons han logrado establecerse en un cuerpo físico o "vasija" (el de su víctima) y han asimilado su vibración como propia. 

La fase de asimilación es aquella en la que el poseído logra recuperarse "milagrosamente" después de un periodo de tiempo. Es posible que, en este punto, la persona pueda seguir haciendo vida normal hasta su muerte y que el daimon se mimetice con su vibración. No obstante, una vez el daimon ha dejado su rastro energético en el alma, la seguirá incluso a través de sucesivas vidas. Hasta que, en una de ellas, empiece a manifestarse como lo que es: alguien que buscará el reconocimiento social, que querrá demostrar su poder y someter a los demás, bien sea por la fuerza, bien sea a través de dulces promesas, para así seguir alimentando al ente que, en secreto, habita en su interior. En términos muy generales, los poseídos por daimons tienden a buscar reconocimiento en los demás, y se rodean de fieles seguidores, aprendices o adeptos tendentes al fanatismo para así inflar su ego espiritual, que es de lo que se alimentan Para ellos sus seguidores son ganado energético: disfrutan provocando en ellos diversas sensaciones negativas (terror, miedo, ira, furia, más ego...) para ir alimentándose; lo cual no tiene por qué implicar que les trate mal o los desprecie: todo lo contrario, intentarán a toda costa cuidar y tratar con benevolencia a sus "elegidos" para que no lo abandonen. Debido a dicho egocentrismo, también resultan ser agresivos o muy destructivos contra aquellos que osen llevarles la contraria, desacreditarlos o (y sobre todo) desvelar que la verdadera identidad espiritual del susodicho es un daimon. 

Los daimons son retorcidos, hasta un punto que no podemos entender ni preveer. Aprovechan cualquier resquicio en nuestras defensas, cualquier grieta en nuestra convicción para colarse silenciosamente en nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Incluso aquellos y aquellos magos y brujas que se piensan que pueden hacer "magia negra" y jugar con los daimons como si éstos fueran sus perros de caza, acaban pagando un alto precio por jugar con este tipo de vibraciones. No se puede negociar con los daimons, no se pueden controlar ni se pueden manipular; como no se puede negociar con un virus para que no te infecte a ti e infecte a otros, ya que su misión es colonizar todo lo que se encuentra en su camino. No hay nada que puedas ofrecerle a cambio. No hay nada que quieran: sólo la energía, tanto de aquellos a los que se quiere amargar como la de aquel que realizar la invocación del daimon. 
Claro que ellos saben perfectamente cómo hacernos pensar que nosotros tenemos el control para que los invoquemos y le abramos la puerta, ya que de lo contrario, no caeríamos en el error de pensar que podemos sacarlos del Seol para utilizarlos sin que haya consecuencias. ¿Verdad? Si lo pensamos con lógica, para un daimon el poseer a un entendido o entendida en la magia de los bajos astrales es un verdadero "chollo", porque así puede utilizarlo para crear desgracia, o incluso para abrirles las puertas a otros daimons del Seol. 

No hay limpieza que pueda con un daimon. De hecho, destruirlos es imposible: tienen que existir, como parte del bajo astral. No obstante, sí se les puede enviar de vuelta al Seol para finalizar una posesión. Sin embargo, esto no se consigue con una limpieza: es necesario un exorcismo. Y no, no del tipo que dan los curas de las películas. Pero de eso ya hablaremos otro día. 

No juguéis con los entes bajos astrales, sean del tipo que sean. Es el mejor y único consejo que os puedo dar. 


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