lunes, 26 de diciembre de 2016

Los Diez Amamientos



 




Respiramando

Los 10 "Amamientos"


Respiramando

Los 10 "Amamientos"

1- Ama tu cuerpo... Es tu herramienta de presencia aquí.
2- Ama tu mente... Es tu sistema operativo y administrador de datos.
3- Ama tu corazón... Es la llave a tu origen y código de conexión.
4- Ama tu alma... Es condensación del Universo que asoma a esta existencia.
5- Ama tu planeta... Es escenario de tu experiencia como ser caminante sobre él.
6- Ama a tus hermanos... Son expresiones de ti.
7- Ama al VACIO... Está lleno, esperando darte incondicionalmente lo que habita en ti.
8- Ama al OM... Primera expresión de ti y de todo lo que conoces y desconoces.
9- Ama al SILENCIO... Cuna del primer movimiento y amor absoluto, la primera inhalación del  universo.
10- Ama.... Hasta confundir Amar con respirar.

... Y date cuenta que para AMAR a tu cuerpo, a tu mente, a tu corazón, a tu alma, a tu planeta, a tu hermano, al vacío, al OM y al silencio en esta experiencia humana sólo hace falta estar RESPIRANDO.
Amar... Amor...

       Llegar a amar lo que haces en ocasiones nos lleva a pensar en la búsqueda de hacer lo que nos llena... ¿Y si esto fuera al revés?... Y si llegar a amar lo que haces se tratará de cambiar nuestra perspectiva sobre lo que estemos haciendo.? Indiferentemente de que sea lo que nos gusta o lo que no… Convertir cada movimiento en algo divino...

       En realidad, quizás con sólo hacer algo lo hacemos desde el amor, pues eso es lo que somos... Veo que una cosa es vivir desde el amor, lo cual es inevitable, y otra sentir el amor como emoción... Creemos que tenemos que Amar entendiendo esto como una acción, cuando el AMOR, a mi entender, se daría con sólo una respiración...

       Así pues, si somos conscientes de que EL AMOR es la matriz de absolutamente todo lo que nos rodea (por tener el mismo origen y, por consiguiente, ser lo mismo), a partir de ahí podríamos percibir lo sagrado de cada situación, escenario, escena, vivencia, etcétera que se dibujará en el día... Pero, claro, la mente -sistema de gestión, calificación, clasificación, organización y archivo (y, para ello, basada en un sistema de contraste)- le cuesta ver la naturaleza divina de algo que es "incómodo, desagradable, feo, injusto", etcétera...

       En resumen, podemos amar desde la mente o podemos simplemente recordar nuestro origen y reconocernos a través de lo que nos rodea, percibiendo EL AMOR... Y, así, aceptar e, incluso, ver lo grandioso que existe en "esas tareas": trabajar, barrer, ordenar, madrugar, pelar patatas... o lo que sea...

       Conseguir que tus ojos no crean en la neblina, que te dejen ver la PERFECCIÓN Y BELLEZA de lo que te rodea en ese aquí y ahora, sin permitir que ello quede oculto sólo porque tu mente tenía planificado estar en otro lugar haciendo o viviendo otra cosa... o porque muy sutilmente esté viajando al pasado para comparar... o al "como deben ser las cosas".

       Amar es viajar en cada aquí y ahora conscientes de quien somos... sabiéndonos hermanos de hasta de esa ráfaga de viento que nos roza.




sábado, 1 de octubre de 2016

Pasado Presente e Intuición




Sería fantástico si pudiéramos borrar el pasado y empezar de nuevo, sin rastro alguno de tristeza y sin ciertos recuerdos. Pero sabemos que la vida no funciona así. Incluso cuando hemos gestionado algo de forma concluyente, el pasado vuelve a surgir cuando menos lo esperamos. ¿Por qué sucede esto? Porque el pasado sirve a un propósito útil en el presente y necesitamos esa información para tomar decisiones, a menos que queramos seguir repitiendo el pasado. Sin las lecciones del pasado, no sabríamos cuál es el mejor camino que podemos elegir hoy.

Cuando nos encontramos en un espacio de transición o en una encrucijada el pasado se vuelve nuestro mejor amigo, porque suele recordarnos lo que ya no queremos en el presente. Aunque tengamos la sensación de que esos remanentes del pasado aparecen para recordarnos en qué nos equivocamos, o las malas decisiones que tomamos, entonces nos parecían las mejores opciones disponibles. Solo después de haber vivido con ellas, ya al final de su “camino energético”, sabemos que hoy elegiríamos opciones muy diferentes. En lugar de considerarlo un fracaso, podemos verlo como un recordatorio del camino que fue mejor en aquel momento, conscientes de que ahora podemos buscar otras opciones.

Si juzgamos nuestro pasado como un gran fracaso porque no somos felices ni ricos, ni tampoco tenemos éxito, entonces no estamos utilizando la información que tiene para nosotros de manera efectiva. Debemos considerar la frecuencia energética de nuestras elecciones, nuestra propia vibración, nuestro miedo y lo claros y confiados que estábamos entonces. También debemos tener en cuenta las expectativas que teníamos respecto a los resultados que esperábamos, qué estábamos dispuestos a tolerar o con qué pensábamos que podíamos conformarnos. Porque así fue como tomamos la decisión final en cada una de nuestras elecciones pasadas. Y podemos considerar nuestra intuición (nuestro sistema de orientación interior, el nexo entre nuestra voluntad, la Voluntad Divina y el Espíritu) como el puente que nos ayudará a trazar un rumbo hacia una vida más plena y dichosa de la que tuvimos hasta ahora.

A nivel energético, el pasado nos proporciona la referencia de la frecuencia energética del presente. Es el punto al que no queremos “ regresar”, cuando no deseamos repetir lo que ya experimentamos. Sin embargo, nuestro pasado es un fabuloso punto de partida para lo que deseamos crear en el presente, y también nos recuerda aquello que deseamos cambiar. Piensen en algo que “nunca querrían volver a hacer”. Por decirlo así, esa toma de conciencia marca en la arena una línea energética que no desean volver a cruzar repitiendo esa experiencia.

También debemos tener en cuenta nuestra intuición y cómo lo utilizamos en el pasado.

Ella es nuestro sistema de orientación interno, la pequeña voz que solemos pasar por alto cuando dice: “No, no hagas eso”, o “Seguramente esa no es la mejor elección”.

¿Alguna vez intentaron tomar una decisión y todas las puertas se les cerraban?

¿Suponía un gran esfuerzo continuar adelante?¿Qué pensaron después de los resultados? Ese es un ejemplo de cómo actúa nuestra intuición cuando intenta orientar nuestras elecciones hacia una solución más positiva. Pero, si no la escuchamos, los resultados serán muy diferentes de lo que podrían haber sido.

Cuando escuchamos nuestra intuición nos embarcamos en nuestra conexión espiritual más poderosa y nos expandimos para alcanzar nuevos potenciales en nuestra vida. Por el contrario, si no confiamos en nosotros mismos, si juzgamos nuestras habilidades (y nuestros resultados del pasado) y si limitamos nuestra expansión, entonces, en lugar de ser una amistosa guía de confianza, nuestra intuición se convierte en una voz molesta que intenta evitar que hagamos lo que queremos. Es algo que debemos considerar honestamente cuando volvemos la vista atrás. ¿Ignoramos entonces nuestra intuición e hicimos algo diferente de lo que nos aconsejaba?¿Estábamos tan concentrados en nuestro propio objetivo que ignoramos todas las demás posibilidades?

También podemos invitar a nuestra intuición a que nos ayude a evaluar nuestras opciones en el presente y encontrar nuevos caminos potenciales, evitando así repetir un pasado que no queremos volver a vivir.



Si combinamos los resultados del pasado, el potencial de futuro y nuestra intuición (como nuestra guía que nos orienta hacia las mejores y más elevadas soluciones), obtenemos una fórmula para la manifestación que nos ayudará a tomar decisiones más poderosas. Por tanto, en lugar de lamentar el pasado, podemos ponerlo a trabajar para nosotros como marcador de lo que deseamos evitar en el presente. Y eso nos permitirá establecer la vibración energética para nuestras próximas elecciones, de manera que el pasado no vuelva a repetirse en el ahora.

J.H.

miércoles, 31 de agosto de 2016












Quizás en este cuento encuentres una respuesta… esa que ya está en tu interior:
Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por suerte, llegó a una cabaña vieja, desmoronada, sin ventanas, sin techo.
El hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra donde acomodarse para protegerse del calor y del sol. Mirando alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía
Desilusionado, cayó postrado hacía atrás y entonces notó que a su lado había una botella vieja. La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría y pudo leer que decía: “Usted necesita primero reparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella, mi amigo. Después, por favor, tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de partir”.
El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua… ¡llena de agua! De pronto se vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero, si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo y podría tomar todo el agua que quisiese, o tal vez no; tal vez la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada.
¿Qué debía hacer? ¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca… o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje? ¿Debía perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones poco confiables escritas no se sabe cuánto tiempo atrás?
Al final derramó todo el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a bombear y la bomba comenzó a rechinar pero ¡no pasaba nada! La bomba continuaba con sus ruidos y entonces de pronto surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente el agua corrió en abundancia… Agua fresca, cristalina.
Llenó la botella y bebió, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante. Enseguida la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó la pequeña nota y añadió otra frase: “Créame que funciona: usted tiene que dar toda el agua antes de obtenerla nuevamente”.





viernes, 5 de agosto de 2016

Existió una instante del tiempo....









Wayne Dyer: Existió un instante del tiempo en el cual usted estuvo en «ninguna parte». En el momento anterior a la concepción estaba «ahí». Luego, en un instante glorioso, pasó del ninguna parte al aquí y ahora.

Habrá otro instante glorioso en el que pasará del aquí y ahora al ninguna parte. A ese momento lo llamamos muerte.
Pero usted —ese usted inspirado, inmutable, eterno, indivisible— continuará viviendo.
Si es verdad que formamos parte de un sistema inteligente, podemos suponer que ese paso desde ninguna parte al aquí y ahora tiene un propósito. Al darse cuenta de esto puede dejar de plantearse si es una creación divina con un propósito, y sencillamente aceptar que lo es. Forma parte de este sistema inteligente, y está aquí por alguna razón divina.
Esa razón tiene que ver con la energía espiritual sobre la que estoy escribiendo. El conocer su yo espiritual constituye su búsqueda sagrada y el reto de su vida.

Muchísimos de nosotros hemos crecido en la creencia de que somos el cuerpo que los alberga, el trabajo que realizamos y la religión que practicamos. Nuestras vidas participan de las realidades exteriores al mismo tiempo que vemos que siempre cambian. Sin embargo, en alguna parte de nuestro interior, nos sentimos iguales.
Puede que nunca le haya dedicado mucho tiempo a ese aspecto del yo, pero si lo hace descubrirá un yo interno que nunca cambia sino que se encuentra inmerso en un mundo cambiante.
Es probable que algún día su yo físico descanse bajo una lápida que dé cuenta de la fecha de su nacimiento y de la de su muerte. Pero su alma interior sabe que usted es eterno. En esa faceta de su yo carece de forma, no tiene límites. Sin límites no hay nacimiento ni muerte. Lo que ha nacido morirá, lo que nunca ha nacido nunca puede morir.

¡Su yo espiritual nunca nació! ¡Su yo espiritual nunca morirá!
El saber esto de una forma que no deje lugar para la duda le capacitará en gran manera para su búsqueda sagrada.
Cuando llegue a ese estado, sabiendo que quien es usted es el yo inmutable, tendrá un propósito en su vida.
Sogyal Rinpoche, en The Tibetan Book of Living and Dying {El libro tibetano del vivir y del morir), dice esto con unas palabras que merecen ser enmarcadas:
… Aun en el caso de que pudiéramos pensar en la posibilidad de una iluminación, una sola mirada a lo que compone nuestra mente —enojo, codicia, celos, desprecio, crueldad, lujuria, miedo, ansiedad y agitación— minaría para siempre la esperanza de conseguirla.

… La iluminación… es real; y cada uno de nosotros puede, quienquiera que seamos, en las circunstancias correctas y con la preparación apropiada, comprender la naturaleza de la mente y conocer por tanto lo que es inmortal y eternamente puro en nosotros. Ésta es la promesa de todas las tradiciones místicas del mundo, y ha sido cumplida y está siendo cumplida en incontables millares de vidas humanas.
Usted puede ser uno de esos millares de seres humanos iluminados. Esto sucederá cuando descubra la naturaleza de su verdadero yo, y relegue a un segundo plano, donde le corresponde, la parte de usted que está centrada en lo físico.

Desde allí podrá animarse a continuar y mantener su yo elevado, en lugar de actuar de forma que minen su esencia espiritual.
Todo este asunto de la búsqueda sagrada es real, y puede conocerlo, amarlo y atesorarlo. Una vez que lo haga, ya no querrá volver a vivir de ninguna manera que sea inconsecuente con su yo divino e invisible.
Usted no es ese nombre, ni esa ocupación, ni ese número de la seguridad social, ni ese cuerpo.
Usted es luz eterna y un don divino, con independencia de lo que haya hecho o dejado de hacer. Con independencia de su familia, o de la etiqueta que le hayan colgado. En la inteligencia de Dios usted es sagrado, y tiene un propósito para estar aquí.

La verdadera definición de la propia conciencia es el descubrimiento del yo superior y la jubilosa vida. Es la conciencia de su energía interior y lo más elevado de usted mismo. Es una conexión con lo divino y todo lo inmutable. La propia conciencia está en la génesis de su yo.


domingo, 31 de julio de 2016

Primera Canalización de Sananda Deva












Yo Soy Todo Lo Que Yo Soy

Sananda-Deva, del Circulo de Conexión Sananda. Junto a mi está Musada Iri, Ser Interano-Seramita, creando esta conexión, esta red planetaria de ángeles humanos que serviran a la nueva energia de consciencia.

Ahí es donde nos juntamos, queriendo evolucionar juntos hacia la siguiente fase de la humanidad, sabiendo que las cosas estaban en cambio y en transición.


Trabajamos juntos.
Aprendimos sobre nosotros mismos.
Aprendimos acerca de lo que la energía de familia realmente es.
Aprendimos sobre cómo funciona la energía, la vibración.
Aprendimos acerca del potencial de la humanidad y acerca de los diferentes escenarios que pudieran posiblemente recrearse fuera a más del siguiente medio millón de años.
Musada Iri, del Concejo Lirio – del Círculo Tera Iri – que es una red global de Interános quienes están entre los primeros en hacer la transición a la Nueva Energía.

Conforme experimentan las alegrías y los retos del estatus de ascensión, ellos ayudan a otros humanos en sus viajes a través de compartir, cuidar y guiar.
Si están leyendo esto y tienen una sensación de verdad y conexión, ustedes son ciertamente Musadis. Son un maestro y un guía humano. Permitan que la semilla de
la divinidad florezca dentro de ustedes en este momento y por todos los tiempos por venir. Nunca están solos, ya que hay familia por todo el mundo y ángeles en los reinos alrededor de ustedes.



2016
(Sananda-Deva, nos explico en la sesión Ashrá, que el 2 -la dualidad- el 0 -el vacio, la ilusión, y la suma de los siguientes números 1+6 = 7 -Nuestra Divinidad, estaban alineándose por sobre el cero, que representada como una gran pelota de goma inflada, saltábamos en ella en este juego humano-divino, hasta en le consciencia crear el puente de conexión de ambas realidades. luego la suma total de los números era 9)

Este es un año “9" y es un año importante. Es el año de la culminación de los cambios dentro de la red.
Las redes, en cierto sentido, son reflejo de su conciencia.
Las redes son como una energía que rodea a este planeta de ustedes.
Las redes energéticas que rodean su planeta mantiene cierta energía adentro y cierta energía fuera. Las redes son un reflejo de la conciencia.
Las redes, en cierto sentido, guardan el potencial de su nueva energía espiritual que aún no está lista para entrar.
Las redes también sirven de filtro o de amortiguador.
Ustedes no tienen acceso total a la energía de una sola vez, (muchas leyes de la física humana y espiritual se encuentran involucradas en esto).

Pero las redes son como un amortiguador y una protección. También limitan las cosas que ustedes son capaces de hacer. Evita que tengan acceso a toda su divinidad.
Mientras no aceptemos al ser Cristico, la Consciencia Cristica, estaremos sometidos a la mente pasional que yo llamo la ilusión del poder.

"Vengo como Sananda-Deva, para mis Ashramis consagrados solamente, para que podamos caminar juntos en esta Nueva Energía. Voy a traer mi mensaje a través de esta Comunidad solamente. No tengo ningún deseo y no voy a hacer sesiones privadas con otras personas. Estoy eligiendo esta Comunidad, siempre y cuando esté dispuesta y siempre y cuando se mantenga alineada con mi mensaje – estoy eligiendo esta Comunidad para traer estas canalizaciones Kieper porque no quiero diez, quince, veinte mensajeros diferentes para un mismo mensaje en este momento”.

“Voy a hacer mi mensaje claro; y mientras permanezca la Comunidad alejada del ego, alejados de cualquier alimentación energética antagónica, voy a traer mis mensajes a través de ellos a ustedes. Así que, por favor, no quiero oír hablar a alguien por ahí, como algunos ya lo están haciendo, afirmando que están
canalizando a Sananda-Deva... O a algún otro de mi Ashrama...

Así que este es un mensaje para otros que reclaman estar canalizando bajo mi nombre, otros que reclaman estar haciendo Ashrá: No es apropiado. Es aquí. Es este grupo. Es este mensajero. Es este equipo. Es esta comunidad de apoyo que lo facilita. Cuando llegué, en mi primer mensaje dije: “Va a ser así. Un mensajero, un
grupo, una comunidad al que le estoy hablando.
Eso es todo.
Nadie más.