sábado, 7 de diciembre de 2019

Proposito Crístico




El propósito verdadero es muestro desarrollo espiritual
Dones talentos facultades, canalizan el propósito. Son como los utensilios que vamos a utilizar en la encarnación. 
Los dones y talentos son innatos. Los traemos incorporados y son parte de la esencia del alma. En la vida desarrollamos habilidades para desarrollar los dones y talentos.
Camino del propósito. 
Requerimiento vital. La vida sencilla.
Estamos en una sociedad complicada y tendemos a enredarnos en ella, nos va influyendo en sistemas de creencias y podemos dejar los dones y talentos olvidados.

El Velo es un límite impreciso entre lo físico-mental de esta dimensión, y lo espiritual de la misma. Es como otra Dimensión que está ubicada dentro de esta misma; es como el perfume invadiendo el aire.

Activación del corazón sagrado.

Madre Divina te llamo desde la luz de mi corazón porque somos Uno – Madre Divina sal fuera te necesito – necesito la parte de ti que está dentro de mí para activar mi corazón – pongo mi atención en ti, buscando un favor que necesito, acepto tu favor, te doy las gracias y te bendigo.

Con el chakra del corazón activado; se están abriendo a la totalidad infinita y están logrando una mejor conexión divina con su Ser Cristico.

Pongan su mano derecha en su corazón con la intención de activar su chakra corazón y al mismo tiempo la mano izquierda sobre el chakra corona, llamen a sus ángeles, y reciban la corriente de luz azul turquesa que la Madre nos está enviando desde su corazón - un rayo que limpia su corazón. Consideren que lo están abriendo completamente con un cien por ciento de luz pura. Sus ángeles los adoran.

La Madre Divina dice que un corazón humano correctamente activado es más poderosa que 10.000 ángeles. Confía en tu corazón; fuente de sabiduría y poder incalculables.

Con la respiración infinito; la luz entra en su corazón, sale por el tope de la cabeza, y luego vuelve a entrar en su corazón y sale por el chakra raíz y así sucesivamente - removiendo cualquier clase de obstrucción – su corazón se activa más con la respiración.

Cualquier experiencia interna que tengan en este trabajo de meditación y activación del corazón, está bien y es más real que cualquier actividad externa de su vida cotidiana. Todas las cosas del espíritu son la Verdad, y son fáciles para que cada quien las pueda hacer - van a sentir un hormigueo en las palmas de las manos cuando este centro esté activado.

Cierren los ojos y respiren dentro de su corazón. Inhalar y exhalar por su corazón. Dentro y fuera; sintiendo su suave y cálido aliento. Permitir que su cuerpo se relaje profundamente, lo que les permite ir hacia adentro, caer cada vez un poco más profundo en su corazón. Permitan que la Madre penetre en su corazón - llamen a los ángeles guardianes de su corazón y vayan con ellos en un viaje interior, protegidos por una burbuja de luz blanca y rodeados de la suave caricia del aura de la Madre.

Ahora, estás curando tu corazón de las heridas viejas, de todas tus vidas incluida esta, y te estás sanando por capas, en el regreso a la inocencia, a la pureza de tu corazón La Madre Divina quiere que recuerdes cómo eras tú con tu conciencia pura, antes de entrar en estos mundos densos. 

Tu corazón es puro, sabio y profundo, pero a veces las dificultades son tan grandes que tu corazón pierde la paz, el equilibrio, la fuerza y la capacidad de sentir – lo vamos a limpiar con una ducha de luz diamantina y de amor divino. 

No hay nadie como el Arcángel Chamoel para curar un corazón que se siente maltratado, incluso sin son varias las causas. Este poderoso ángel te ayuda a dejar ir la negatividad acumulada en tu corazón que está impidiendo tu felicidad, para que tu corazón vuelva a estar en equilibrio con la Fuente y con el núcleo de la Madre Tierra – somos amados y respetados. Después de activar tu corazón; sigue meditando todos los días con tu Madre Divina y pide asistencia a todos los ángeles que ayudan a los corazones puros. Así que, puedes contar con el apoyo que necesitas. El Plan Divino de la Madre para todos nosotros es la ascensión. 

Tanto amor fluye en tu corazón, que te convierte en una persona magnética. Recibe sanación en tus células; estás en un estado profundo de curación con la luz blanca de la Madre. Visualízate dentro de un bombillo blanco de luz fría. Tienes que estar abierto a recibir. La Madre nos lleva en un tren de luz que va hacia atrás hacia un viaje de regresión al otro lado del velo o de algún momento de nuestro pasado al que necesitemos volver, para que podamos sanar o decir: Esto es lo que yo era cuando mi conciencia era pura, antes de venir aquí.

La Madre nos enseña nuestro contrato del alma y cómo cambiarlo. Podemos pedirle que nos muestre a nuestra alma gemela, que es un nuevo deseo del corazón; cumplir con la llama divina. La Madre nos guiará para "Activar" nuestros corazones en un nivel de conciencia crística. Abre una puerta de luz dorada en el lateral derecho de tu corazón y cruza un puente arco iris hasta que llegues al corazón de la Madre Divina, entra y déjate caer en él.

La Madre los cura, dirigiéndose a sus niveles más fundamentales. Este es el nivel en el que se bloquea su energía vital. Con la guía de la Madre, encontramos el bloqueo y disolvemos su energía. Cada vez que hay un problema constante en sus vidas hay un bloqueo o confusión en la energía vital que fluye a pesar de su sistema. Cuando la energía fluye sin problemas, sin perturbación, las cosas van bien. Esto se debe a que están en alineación con lo Divino. Le pedimos a la Madre su asistencia en nuestras metas personales de vida. El amor y la compasión son sus frecuencias superiores – con las frecuencias superiores del rayo blanco; ustedes se van curando, y con el amor que les llega al corazón por el fuego blanco, se les está curando la autoestima – ya no sufren de falta de valía y tienen más amor propio.

El fuego blanco es el rayo de la Ascensión. En la Ascensión hay una transformación a nivel celular y atómico de sus sistemas. En el Programa de Ascensión de la Madre, recibirán una infusión diaria de la Luz Divina de Madre Divina directamente a las células. Este programa de inmersión diaria en el Amor Divino y la Gracia Divina eleva su vibración a un nivel superior. 

Vamos a estar trabajando considerablemente en tu corazón sacando todo lo que se ha desnaturalizado, así que, repitamos esta meditación varias veces. Sus ángeles, su Cristo, su Yo Superior, su Divina Presencia y Jesús el Cristo, van a venir a ayudarlos, con su Luz y Amor – así que, pueden contar con el apoyo que necesitarán. Esto se manifiesta de varias maneras apropiadas a las circunstancias personales de cada quien. 

Todos ustedes son seres intuitivos, muy listos, y pueden recibir en gran medida, no sólo la energía de la Fuente, sino también todo lo que la Madre tenga que decirles. Hablen con la Madre Divina Cósmica, ella los está escuchando. La misión suya es amar, estar con su alma gemela, al menos a nivel energético. Estar en paz, balance y permanecer estable emocionalmente, para anclar en lo más posible; luz y amor, sabiduría y verdad en la Madre Tierra Gaia. Deben ser cada vez más conscientes de sí mismos, de sus cuerpos, de sus comportamientos, de sus pensamientos, emociones, sentimientos, y hagan con la Madre todo lo que vayan a hacer en su día a día.

Madre Divina Cósmica

Te amo. Te conozco. Te estoy dando lo que tú necesitas en estos momentos; un trabajo, la curación de una enfermedad, guía divina o lo que sea que tú requieras para tu bienestar - quiero que seas un observador de cada una de tus acciones antes de llevarlas a cabo, para que no te ocurran accidentes - mi atención está muy centrada en ti, en función de tu situación particular. La relación que tengo contigo es personal.

Visualiza tu corazón como una habitación circular llena de luz rosada y allí la vibración es alta - entra por la parte frontal de tu corazón y recuéstate en unos cojines que están en la parte posterior – siente el pulso de tu corazón y como tu vibración se eleva. Prepara tu corazón para elevar lo más posible tu frecuencia vibratoria. Al meditar conmigo están conectándose con su yo superior que está en la 5 dimensión. Presten atención a su ser superior e intégrense con él. Si me hacen alguna pregunta; entren en el silencio sagrado para escuchar la respuesta - pidan a sus amigos divinos la conexión divina.

En estas meditaciones sus seres divinos y sus ayudantes angélicos, los están abrazando, los están envolviendo, los están guiando, los están curando y los están protegiendo.

Suavicen en el corazón con la luz blanca que contiene partículas adamantinas y por último visualicen una foto de ustedes que les agrade y amplifiquen la imagen, visualizando un pequeño sol dorado en su corazón.

Mediten desde su corazón sagrado. Con el rayo blanco integren los siguientes chakras: LA GARGANTA, EL TIMO, EL CORAZÓN Y EL PLEXO SOLAR.

Cuando meditan, con su atención en mí; profundizan su conexión con lo Divino. Tienen un impulso diario, de su energía sutil para la vitalidad y la salud, y hay un mayor encendido por la infusión de Luz Divina continuamente en sus sistemas, esto se traduce en más movimiento para su cuerpo físico, más purificación para su cuerpo energético, más creatividad para su cuerpo mental, más autoridad espiritual, alegría, autocontrol, equilibrio, integración y armonía en sus vidas.

Que la luz divina de su corazón; marque el horizonte en el que se desenvuelva su vida, desde este momento. Reciban mi bendición, Mis Niños Hermosos. Los amo muchísimo.


Mantra: TE AMO CORAZÓN

Música para la meditación: 

https://www.youtube.com/watch?v=q8jCKzpwS34


Peccatum meum: MI PECADO 

Mi pecado esta siempre delante de mí.

     "Quiero recordar mis maldades pasadas, no porque las ame, !oh Dios mío!, sino para amarte a Ti. Lo hago con el deseo de encenderme en tu amor, recorriendo uno a uno mis pésimos caminos con profunda amargura de mi corazón, para que Tu, dulzura no engañosa, dulzura feliz y segura, endulces mi amargura" (San Agustín).

     Así quiero hacerlo yo también, Señor.
     Mi pecado esta siempre delante de mí.
     ¡Pecado y mio!.

     ¡Qué unión de palabras tan amarga, pero tan real! 
     Pecado: Rebelión insensata y audaz contra mi creador.
     Mio: porque soy el rebelde e insensato.

     Yo, obra de las manos divinas, he levantado mis manos contra mi Creador, contra mi Padre. Así es la verdad, verdad triste y amarga.
     El pecado es mi obra.
     ¡Y son tantos mis pecados..., y cometidos de tantas maneras!
     Pensamientos ilícitos, que quedaron, manchándola, en el fondo de mi alma...,
     Deseos pecaminosos, que serian mi vergüenza si llegaran a ser conocidos...
     Palabras que mancharon mis labios...
     Obras que profanaron el santuario de mi DIOS...
     Omisiones culpables...
     ¿Cuándo o donde fui inocente?
     Pecados ocultos y pecados manifiestos...
     Pecados que aun están aun vivos en mi memoria..., y pecados cuya memoria va borrando tal vez el tiempo destructor...
     Pecados con que escandalice a mi prójimo y que claman justicia contra mí.
     Verdaderamente me veo obligado a exclamar: 
     "Mis pecados se han multiplicado mas que los cabellos de mi cabeza".
     ¿No encuentro acaso mi vida toda manchada, desde el momento en que lucio en mí la luz de la razón hasta el día de hoy?
     
     Mis pecados van pasando, uno a uno, delante de mi como horrorosa pesadilla, y cada uno de ellos me dice, sin que yo pueda desmentirlos:
     Opera tua sumus: obra tuya somos.

     Mi pecado.
     Ahí esta, testigo al que no puedo desmentir; ahí esta, acusador y terrible: Contra me est semper! !Siempre delante de mi!
     Pero, ¿acaso no he llorado ya?... ?No esta ya perdonado?... 
     Así lo espero.
     ... Pero sí tantos han sido condenados por menos pecados que los míos, yo, ?por que no lo he sido?
     ¡Oh misericordia infinita!
     ¿Como corresponderé, Señor, a tu bondad

Alberto Moreno S.I.

ENTRE EL Y YO


Namaste

Consciencia




La conciencia lo podemos definir como el sentimiento interior por medio del cual el ser humano aprecia y valora sus acciones, las que pueden ser catalogadas como buenas o malas, en pro o en contra el mismo hombre y su mundo circundante. La conciencia es entonces un estado de vibración determinado por el uso de la energía divina, las facultades, inteligencia y el libre albedrío ejercido por el ser humano a través de sus pensamientos y sentimientos.

La conciencia es innata o natural en nosotros, por ejemplo de ello podemos observar como un niño pequeño, sin el aparente "uso de la razón" al obrar mal, ya sabe que lo que está haciendo no es debido.

El ser humano pude cambiar de un estado de ánimo a otro rápidamente; esto depende de la situación que el ser humano esté viviendo en ese momento, por lo tanto, no existen dos seres que tengan un mismo estado de conciencia, ya que está cambia cada instante de acuerdo al momento vivido, el estado económico, nuestras relaciones familiares, laborales, inclusive el mismo estado del tiempo atmosférico, el cual afecta nuestro estado de ánimo; por ello todo ser humano, se encuentre encarnado o desencarnado o bien sea un ser ascendido, tiene diferente estado de conciencia en su propia evolución, la cual va adquiriendo de acuerdo a la propia evaluación del individuo.

La conciencia puede manifestarse en una de las siguientes formas:

En forma subconsciente, en la cual encontramos las experiencias, vivencias y emociones que el ser experimentó en su pasado y las cuales le aportan una serie de principios y conocimientos que van a fortalecerlo en un estado de conciencia de un determinado momento.

Una forma consciente, en la cual encontramos las experiencias, vivencias y emociones del momento presente que estamos viviendo.

Una forma supraconsiente, en la cual se manifiesta esa energía que vitaliza al ser humano, que lo hace superarse y desarrollarse, llevándolo algún día a la perfección misma.

La conciencia es la única propiedad del ser humano, ya que es por su propia experiencia, cómo la va desarrollando y la cual jamás podrá borrarse, destruirse, ni serle robada, ni quitará por nadie. Es así, como por medio del trabajo consciente, constante y de la misma contemplación, el ser humano se va enfocando en un estado de conciencia determinado.

De igual forma podríamos decir que a su vez la conciencia es propiedad grupal, planetaria y universal.

GRUPAL, puesto que el ser individual con su conciencia individual forma parte integral de un grupo mayor, ya sea familiar, laboral, social, cultural, religioso, nacional y cuya conciencia es la sumatoria de todas estas conciencias individuales con sus respectivas limitaciones y superaciones, las cuales emiten sus respectivas vibraciones creando esa atmósfera, esa vivencia que nos llega a todos y la cual en un momento dado puede afectar el grupo.

PLANETARIA, por la misma razón que la anterior, ya que la conciencia de un planeta está dada por la sumatoria de las conciencias individuales y grupales, más la conciencia misma de la madre naturaleza manifestada en todos sus otros hijos: el reino mineral, vegetal y animal, puesto que en los átomos y en las células que les conforman existe una porción de inteligencia o conciencia que le permite ser lo que es y cumplir su función en forma cabal. Toda célula viva percibe de alguna manera el pensamiento y las condiciones que se dan a nuestro alrededor. Por lo tanto junto con todos estos maravillosos seres formamos la conciencia planetaria.

UNIVERSAL, por idéntica razón que las anteriores, puesto que nuestro planeta es por así decirlo un electrón de ese átomo que ese sistema solar, el cual a su vez es un componente dentro de ése gran concierto ese universo mismo.

Por todo lo anterior debemos avanzar por esa escalera de nuestro diario vivir siempre ascendiendo en nuestros estados de conciencia. Elevando nuestro nivel vibratorio el cual nos acerca finalmente al todo. Todos los seres humanos formamos parte de una conciencia más especializada y la cual cada día que pasa nos acerca más a nuestro creador, a nuestro origen primario.

En términos generales podemos decir que existen tres tipos principales de conciencia, conciencia individual, conciencia grupal y conciencia de maestro ascendido.

El tipo de conciencia individual:

Es aquel en el cual el ser existe como ser inteligente con una individualidad propia y que tiene el manejo de energía, el manejo de facultades y de todo lo que al ser humano se refiere como unidad individual con sus valores que lo hacen un ejemplar único.

El tipo de conciencia de grupo o de masa:

Se hace manifiesta cuando los seres siguen a un hombre al cual consideran como un dios o líder, tomando sus ideas como propias pero sin discernir sobre las mismas, sencillamente dejándose llevar por él, considerándolo un ser superior.

Hoy en día este tipo de conciencia grupal o de masas es muy bien manejada por la publicidad a través de los diferentes medios de comunicación, logrando que se pierda su individualidad para de esta forma poder manejarlo y explotarlo. Es importante que cada persona tome conciencia de su propia conciencia individual y se dé cuenta de los valores que cada ser tiene dentro de sí mismo y de cómo debe explotarlos para una mayor elevación y concientización de su propio ser, para no dejarse manejar por la conciencia del grupo la cual impide que el ser se perfeccione como tal, sino lo que hace seguir unos modelos determinados y marcados por la misma sociedad. Debemos ser auténticos como lo que verdaderamente somos; chispas divinas emanadas del padre.

Una vez que ser humano logra romper el esquema de la conciencia grupal surge en el la conciencia del maestro sentido:

Es la conciencia que le permite al hombre darse cuenta de que está destinado a pasar por diferentes fases o estadios que lo llevaran al dominio perfecto y armonioso de las facultades creadoras: el pensamiento, el sentimiento y la palabra, logrando llegar por medio de la iniciación de la conciencia en los misterios menores a culminar con la iniciación de los misterios mayores.

Todos los seres vamos pasando en el transcurso de nuestro largo peregrinar por diferentes etapas de conciencia que nos permiten de alguna manera tomar una decisión frente al mundo que nos rodea, pero podríamos decir que la mayoría de los seres van pasando por tres etapas generales:


1. Una tapa que podríamos denominar de la conciencia material o carnal donde el hombre sólo puede concebir como real aquello que sus sentidos ordinarios físicos pueden contemplar, ver, palpar o escuchar, pero todo aquello que este mas allá de sus sentidos físicos no lo puede tomar como cierto. En esta etapa de conciencia existe una mezcla de experiencias de tipo material junto con experiencias de tipo intelectual. El hombre que vive dentro de la conciencia material sencillamente se acomoda al diario vivir de acuerdo al lugar donde se encuentra y al medio social en que se desempeña.

2. Una segunda etapa que podríamos denominar conciencia astral o psíquica, en la cual los seres que atraviesan esta etapa de conciencia comienzan a aceptar la posibilidad de que exista algo más allá después de la llamada muerte, pueden aceptar la posibilidad de que los seres que han traspasado la muerte tengan la oportunidad de regresar para continuar su evolución en un cuerpo diferente. Comienza el ser a sentir la necesidad de vivir o constatar experiencias de tipo psíquico o paranormal, se dedican a frecuentar los médiums, las reuniones donde se leen las cartas, el té, las manos y un sinnúmero de artes adivinatorias y comunicación con los seres desencadenados. Es aquí donde la persona que recurre a ello afronta un gran peligro en su evolución, pues si no se da cuenta de que este tipo de reuniones están matizadas errores y engaños, aunque en algunas ocasiones las interpretaciones con respecto al pasado, al presente y aún al futuro tiendan a ser ciertas para lograr mantener la tensión del individuo, éste puede dejarse confundir y caer en el mundo del siquismo o hasta astralismo, donde aún predomina la personalidad y los egos y donde no hay nada de los planos divinos; a veces este tipo de confusión o caída es tan grande que el ser queda atado al plano psíquico hasta por más de una encarnación. 

Así como existen los Angeles elevados y divinamente instruidos por Dios para ser nuestros guías y custodios, existen los ángeles caídos, demonios o desengranados ínferos que pueden infiltrarse en este tipo de practicas, y por haber abierto algún portal, pueden pasar a través de el, y de alguna manera, posesionar objetos o a la persona misma con, por escasa elevación de consciencia, consulta o recurre a este tipo de practica.

Sin embargo una vez que el ser descubre el peligro o sufre la desilusión al no encontrar en ello la respuesta sus inquietudes sobre quién es, por qué es, y para dónde va. Superando esta etapa se adentra en una tercera etapa de búsqueda dentro de sí mismo hasta llegar a la conciencia espiritual o conciencia cósmica.

3. En esta tercera etapa el ser humano en evolución ya no siente la necesidad de vivir experiencias paranormales, sino que se adentra en su propio ser buscando el contacto con la fuente misma de todo cuanto existe; es así como logra por medio de su trabajo constante la identificación y dirección de su maestro interno, quien respetando el libre albedrío del hombre lo llevará a las octavas vibratorias de luz y amor infinitos del todo; de esta manera logrará su verdadera evolución hacia la perfección. Para alcanzar esta etapa de conciencia superior debemos ponernos en contacto con la fuente limitada, que se puede lograr mediante el desarrollo de facultades especiales como: la atención, la imaginación y la acción. Por medio de estas facultades podemos cambiar a mejores condiciones nuestra vida y nuestro mundo circundante. Es aquí donde todo conocimiento y experiencia se van identificando a medida que nos comunicamos con ese maestro interno.

Para lograr elevar nuestra conciencia es necesario ser conscientes de nuestro mundo circundante, no perdiendo el contacto exterior, pues nos podríamos aislar tanto hasta llegar a caer en el fanatismo. Debemos tener en cuenta que si estamos aquí en este mundo no es por nada fortuito, por ello debemos trabajar con todo lo que nos rodea; en todo está la manifestación divina. Cuando se presentan en nuestro diario vivir los llamados "problemas" debemos tener en cuenta que éstos vienen para enaltecernos, para ayudarnos a lograr una verdadera sabiduría, la cual se obtiene como el fruto de saberlos enfrentar y resolver, ya que la sabiduría es poner en práctica el conocimiento verdadero que a lo largo de nuestra vida vamos cosechando y experimentando. Logrando elevar nuestra conciencia podríamos llegar a vivir en la perfección misma para lograr manejar armoniosamente todo nuestro ser y nuestro mundo, llegando así a vivir en el reino de los cielos con un estado de conciencia superior.


Las 7 Dimensiones de Conciencia

 Al hablar de “dimensiones de conciencia” conviene aclarar primero, que si bien es cierto que existe una clara vinculación entre estas dimensiones y los diferentes planos de existencia en los que estamos presentes de manera simultánea (el físico, emocional, mental, causal…), éstos no guardan relación alguna con las dimensiones espacio-temporales, los multiversos o los mundos paralelos a los que hace referencia la actual física teórica. Las dimensiones de conciencia son los diferentes grados o frecuencias de vibración energética y sus respectivos niveles de entendimiento, que todo ser vivo adquiere progresivamente en la medida en que su experiencia vivencial le otorga un conocimiento que hace expandir su conciencia.

Es en base a la denominada “ley de octavas”, el ordenamiento más genérico que rige nuestra existencia, que podemos clasificar este progresivo incremento vibracional evolutivo de la siguiente manera:

Primera Dimensión de Conciencia

La primera dimensión es una frecuencia muy elemental, pero de inmenso valor, ya que se corresponde con las estructuras básicas y los soportes vitales necesarios a partir de los cuales pueden surgir nuevas formas de vida más complejas. La primera dimensión de conciencia es la encargada de convertir la energía en materia. Es la dimensión del reino mineral y la frecuencia primaria en la que vibran los átomos y las moléculas. Los tradicionales cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego, pertenecen a esta primera dimensión.

La primera dimensión de conciencia conforma nuestro planeta, nuestro sistema solar, nuestra galaxia y todo el universo apenas conocido por el ser humano a nivel astronómico, así como los posibles multiversos de la vigente teoría de supercuerdas (la Teoría M), aunque por el momento solo podamos acceder a ellos a través de un enrevesado lenguaje matemático.

Segunda Dimensión de Conciencia

La segunda dimensión de conciencia es la frecuencia de los reinos vegetal y animal. El paso de primera a segunda dimensión es probablemente el salto evolutivo más importante, pues se calcula que entre unos 3.000 y 4.000 millones de años atrás surgió el “milagro” y apareció el primer organismo vivo de nuestro planeta: la célula. En un primer momento se trataba de organismos unicelulares tan elementales como una bacteria, pero que al cabo de unos pocos milenios, esas primitivas células procariotas de escaso material genético fueron convirtiéndose en células eucariotas más sofisticadas, de mayor carga genética y con una organización a nivel pluricelular que dio lugar a la creación de una inabarcable diversidad de especies vegetales y animales.

Esta segunda dimensión es el inconsciente colectivo de las especies, una conciencia subyacente que las mantiene unidas a través de una fuerte identidad biológica. Esta identidad es la que permite que todos los ejemplares de una misma especie puedan reconocerse y cumplir con sus funciones reproductoras, así como seguir sus particulares instintos en cuanto a métodos de subsistencia, migración, etc. A pesar de que algunas especies suelan vivir de manera más aislada y autónoma, aquí todavía no existe una conciencia de individualidad. Se trata de una dimensión regida por una conciencia grupal y por una completa ausencia de temporalidad.

Si bien es cierto que se puede apreciar en algunos animales un cierto grado de memoria que les permite ir modificando su conducta, no existe en ellos todavía una conciencia de lo que son los tiempos pasado y futuro; solo existe el momento presente, aunque de un modo completamente inconsciente. Este estado de atemporalidad que con tanta naturalidad se aprecia en el reino animal, despierta gran interés en aquellos hombres y mujeres que se esfuerzan por vivir en un constante “aquí y ahora”. Sin embargo, no será hasta alcanzar la sexta dimensión de conciencia, cuando podrán reencontrarse nuevamente con este mismo estado atemporal, pero de manera consciente.

Los seres que vibran en la segunda dimensión de conciencia viven sometidos a sus instintos. Apenas existe aquí posibilidad de elección. Al no disponer de suficiente capacidad reflexiva, las acciones que estos seres acometen en su cotidianidad quedan mayormente exentas de responsabilidad. Sin embargo, para aquellas especies que dotadas de mayores aptitudes cognitivas titubean antes de reaccionar de manera instintiva a sus impulsos más primarios, comienzan a abrir un reducido abanico de posibilidades. Y en el momento en el que aparece una mínima posibilidad de elección, ésta conlleva un proporcional grado de responsabilidad. Este incipiente margen de actuación es la brecha que permitirá que los seres del reino animal puedan ir evolucionando paulatinamente hacia especies más perfeccionadas hasta conseguir finalmente trascenderlo.

Tercera Dimensión de Consciencia

La tercera dimensión de conciencia es la frecuencia vibratoria que ha estado sintonizando la humanidad en el transcurso de la historia hasta el momento presente. Es la dimensión en la que se produce la pérdida del sentido grupal tan característico de la segunda dimensión y da comienzo lo que se conoce por “fragmentación“. Esto significa que a pesar de que un ser de tercera dimensión suela seguir viviendo rodeado de otros seres, o sea, en sociedad; cada individuo desarrolla su propia identidad personal.

Este es el nacimiento del ego y la personalidad. Es la frecuencia en la que nos hacemos conscientes de nosotros mismos, pero a su vez, es en la que nos sentimos más alejados los unos de los otros y en la que estamos más separados del Todo que nunca. El miedo, la desconfianza, la aversión, la intolerancia y una clara tendencia hacia la dominación, el control, el poder y la posesión, son solo algunos indicadores que nos muestran que un individuo, grupo o sociedad sigue anclado en la tercera dimensión de conciencia.

Quien permanezca en tercera dimensión de conciencia, lo más probable es que las experiencias que le lleguen en clave de infortunios, desgracias o reveses de fortuna, no sean debidamente comprendidas y vividas por tanto de manera dolorosa. Pero en la medida en que uno va conectando con una conciencia superior más lúcida, empática y desapegada, comienza a comprender que todo lo que le ocurre en la vida tiene un motivo, una causa, un propósito y un por qué, a pesar de que la respuesta a menudo permanezca fuera de su alcance. Esta comprensión permite comenzar a liberarse de un victimismo que solo trae consigo una mayor desdicha y sufrimiento.

Aquí es donde se nos presentan los mayores retos de crecimiento y evolución, puesto que da comienzo la ardua tarea de integración consciente hacia el Ser Único.

Cuarta Dimensión de Conciencia

A pesar de que grandes conciencias han ido viniendo una y otra vez a dar un impulso a la humanidad, es en estos albores del siglo XXI cuando se está produciendo el mayor despertar global a cuarta dimensión de conciencia como nueva realidad. Pero tal y como ocurrió en anteriores transiciones dimensionales, ésta se irá igualmente implementando de manera gradual. Hasta que no alcancemos una determinada masa crítica de conciencias vibrando a cuarta dimensión, la nueva realidad seguirá conviviendo con la antigua y los nuevos patrones de organización seguirán estando condicionados por los viejos esquemas y códigos de conducta.

Pero cada vez son más las personas que sienten la necesidad de buscar respuestas que aporten un mayor significado a su experiencia existencial, que desean comprender un poco mejor su realidad personal y que se plantean seriamente cuál debería ser su rol en la sociedad. Este inconformismo respecto a lo que por tanto tiempo lleva establecido como modelo organizativo inamovible, pero que en la actualidad se percibe como obsoleto, es el origen de un cambio vibracional a gran escala cuyos efectos tarde o temprano acabarán por provocar el desmoronamiento de las antiguas estructuras de poder, que darán paso a unos modelos socioeconómicos más justos y equitativos.

Es en la cuarta dimensión de conciencia cuando se percibe con claridad el concepto de reciprocidad. Aquí nos hacemos conscientes de que cada uno de nuestros actos repercute de manera directa o indirecta en la sociedad y que, por consiguiente, afecta a la vida de los demás. En cuarta dimensión decidimos asumir una responsabilidad mayor, pues nos damos cuenta de que toda implicación es necesaria si lo que se pretende es que el cambio colectivo llegue a materializarse.

Esta es la conciencia que moviliza a todo aquél que lucha por imponer la justicia y la igualdad entre los hombres, erradicar la pobreza, atender al necesitado, proteger el medioambiente y tratar de hacer en definitiva de este mundo un lugar mejor. Es la dimensión en la que comenzamos a regresar a una conciencia de integración grupal, aunque sin perder de vista nuestra identidad personal.

En la actualidad son muchos los seres de este planeta que ya tienen bien consolidada su expansión de conciencia a cuarta dimensión, y viven por tanto sus vidas de manera mucho más consciente, responsable y solidaria.

Quinta Dimensión de Conciencia

La quinta dimensión de conciencia es una frecuencia cuya característica principal es que comenzamos a recordar quiénes somos realmente. Aquí nos volvemos conscientes de que existe un Yo profundo que se encuentra más allá del cuerpo y de la personalidad, un Yo que no se identifica con un nombre, una profesión, un estatus social ni con cualquier otra faceta o expresión externa que nos pueda diferenciar de los demás, sino con el amor y la conciencia que reposa en nuestro interior.

Aquí sabemos que la vida no termina en el plano físico, sino que se extiende mucho más allá de la ilusoria vida terrena, la cual era percibida hasta entonces como la única realidad posible. En quinta dimensión tomamos conciencia de nuestra naturaleza eterna e inmortal, y asumimos la tarea de tener que regresar una y otra vez al plano físico en busca del conocimiento vivencial que nos permitirá ir ascendiendo a nivel conciencial.

En quinta dimensión de conciencia los lazos con nuestros semejantes se han ido estrechando hasta el punto en que, gracias al amor y a la compasión que de manera natural emana de quien sintoniza con esta frecuencia; nos sentimos literalmente unidos a un gran número de personas. Conectamos de este modo con una conciencia grupal de mayores dimensiones, aunque nuestra percepción de unidad todavía es parcial.

No podemos evitar sentir un cierto distanciamiento con aquellos seres que se encuentran en niveles de conciencia muy inferiores al nuestro, así como con quienes lo están en otros de muy superiores. Todavía hay camino aquí por recorrer antes no se disuelva por completo esta distinción.

Sexta Dimensión de Conciencia

Este nuevo “despertar” llega a nuestras vidas cuando alcanzamos una percepción “no-dual” de la realidad. Cuando esto ocurre, comenzamos a percibir una ausencia de confrontación entre los pares de opuestos. Lo que hasta entonces solíamos calificar de bueno o de malo, de positivo o negativo, de justo e injusto…, empieza a cobrar ahora un nuevo significado. Dejamos de identificarnos sistemáticamente con una de las dos polaridades inherentes al mundo manifestado y pasamos a situarnos en una posición más elevada y unitaria. Una posición cuya perspectiva nos ofrece una visión de la realidad mucho más amplia e integradora. Es en este punto cuando conectamos con la “conciencia crística”, una energía de muy alta frecuencia que nos abraza cálidamente y hace que nuestra vida se vuelva mucho más amorosa, pacífica y conciliadora.

La sexta dimensión de conciencia es una frecuencia vibracional que otorga al Ser el conocimiento vivencial de la Unidad. Y cuando se descubre que no hay separación alguna entre uno mismo y todos los seres de la creación, se advierte que ya no hay lugar para la aversión, la intolerancia, la crítica ni el reproche. Los antiguos moldes de ordenamiento que habíamos fabricado para encasillar la diversidad en la que vivimos ya no sirven, son inútiles; las barreras que nos separaban han caído, y cualquier juicio de valores que se pretenda hacer solo puede ir dirigido hacia uno mismo.

Si alzamos la vista vemos desde aquí con claridad como todo converge hacia un único e infinito haz de Luz-Conciencia que Todo lo abarca y Todo lo ilumina. Es al dirigir la mirada hacia abajo cuando nos damos cuenta de que esta inmaculada Luz Primordial se percibe de manera muy fragmentada en los planos inferiores debido al efecto que produce atravesar las diferentes capas de densidad que conforman la materia. Es por tanto esta Luz-Conciencia disgregada en múltiples haces proyectados sobre la Tierra en una gran diversidad de formas, colores y tonalidades, lo que provoca que también sean muchas las percepciones, creencias e interpretaciones que se hagan de una misma Realidad.

Pero en el instante en que uno ya solo ve esta única Luz Primigenia como el origen y el fin de la Verdad Suprema, es como el ave que emprende el vuelo y contempla desde lo alto con su visión panorámica, los efectos de una dualidad a la que hasta hace bien poco él también estaba sometido.

En este elevado nivel de conciencia ya no se persiguen reconocimientos ni halagos, tampoco saciar placeres u obtener réditos o ventajas; lo único que verdaderamente se ansía es la Unión con lo Divino y la Libertad. Estos anhelos relativamente sencillos de comprender a nivel conceptual, de nada sirven si no se viven como tales. Este es el inmenso valor que tiene cada una de las vidas que vivimos. No basta con creer, pensar, filosofar, conceptualizar o teorizar sobre un determinado estado, nivel de conciencia o condición espiritual; si lo que se pretende es que ello adquiera validez y sea integrado en el Ser, será necesario tener que sentirlo, vivirlo, llevarlo a la práctica y experimentarlo en carne propia aun cuando la sola idea de tener que volver a encarnar suponga un fatigoso pesar.

Para el ser que ha alcanzado este grado de desprendimiento en el que nada de lo que pueda haber en el mundo despierta ya su interés, probablemente la sensación que tenga al pensar en una nueva vida terrena es que ésta será del todo infructuosa y estéril. Pero, ¿de qué otro modo sino podría llegar a consumarse este anhelo de liberación? Así es que aun después de haber conseguido trascender la quinta dimensión de conciencia, donde todavía uno se encuentra sometido al ciclo de muerte y renacimiento a causa del deseo y el karma; también aquí sigue habiendo una cierta necesidad de renacimiento. La diferencia no obstante es significativa. Nacer de nuevo no significa comenzar de nuevo. Cuando un ser que procede de la esfera crística desciende al plano físico para iniciar un nuevo ciclo vital, éste apenas se verá sometido a la ilusión de maya. Al permanecer su espíritu despierto en una esfera no dual de la realidad, bastará con que se produzca una débil conexión con su verdadero Yo, para que su mente egoica despierte también en el mundo terrenal.

Esta es la dimensión de conciencia en la que se encuentran muchos de los verdaderos místicos e iniciados como los bodhisattvas, rishis, mahatmas, profetas y santos de todas las religiones; es decir, grandes almas al servicio de Dios y del hombre.

Séptima Dimensión de Conciencia

La séptima dimensión de conciencia es la frecuencia del amor en estado puro y de la integración completa al Ser Único. Las diferencias que hay entre sexta y séptima dimensión son desde luego mucho más sutiles que las que podíamos encontrar en dimensiones anteriores. Ambas contemplan la misma Unión con el Absoluto, pero si bien en sexta dimensión de algún modo todavía había que apartar los “velos de ignorancia” para poder observar la Realidad desnuda, en séptima dimensión ya no es necesario ni tan siquiera hacer este gesto, puesto que aquí todos los velos ya han caído.

Nada hay en esta dimensión que pueda interferir la clara visión de la Realidad, ni que sea capaz de perturbar la paz interior de los seres que aquí se encuentran. Se trata de un sublime y perpetuo estado inalterado de conciencia, prácticamente imposible de sostener estando sometido a las vicisitudes de la vida terrena. Solamente grandes Maestros de Sabiduría como Buda, Jesús o Krishna (entre otros), son capaces de experimentar en el plano físico esta Unión con el Todo (o estado nirvánico), más allá de los periodos de tiempo que pueda durar una meditación, una práctica espiritual o cualquier otro tipo de experiencia extática que los conecte fugazmente con la Fuente.

Así es que después de haber recorrido durante eones el largo camino ascendente de regreso al Hogar y haber completado todo un ciclo evolutivo, alcanzar la séptima dimensión de conciencia es la más bella culminación de un largo proceso que convierte a estos seres plenamente realizados en los venerables Maestros Ascendidos.


Namaste







Dimensiones








"El Proceso de Tercera a Quinta Dimensión".

Nuestro proceso de evolución está relacionado con la oportunidad de vivir nuestras experiencias de vida, a través de las diferentes dimensiones que es posible vivir. Por el momento, nuestra experiencia la estamos viviendo a través del mundo de tercera dimensión, nuestro mundo físico y material y teniendo esta base, podemos expandir nuestra experiencia, a otras dimensiones paralelas, sin dejar esta tercera dimensión.

En estos momentos muchos seres estamos realizando transiciones a cuarta y quinta dimensión. Ambas transiciones se están realizando SIN NECESIDAD DE DEJAR LA TERCERA DIMENSIÓN, es decir, no es necesario morir para habitar la quinta dimensión, pues se nos ha permitido trascender junto con nuestro cuerpo físico.

Si pudiéramos resumir estas 3 dimensiones en frases sencillas, lo haríamos así:

Tercera dimensión: El mundo físico donde todo se puede ver y tocar.

Cuarta dimensión: Creas tu realidad a partir de lo que sientes y piensas. Si no eres consciente de lo que creas a través de tus pensamientos y sentimientos, no estás en cuarta dimensión.

Quinta dimensión: Vives a través del amor y la verdad. Todos tus actos son amor y verdad puros, partiendo de lo personal y trascendiendo a lo universal. Si tus acciones no expresan amor y verdad, no estás en quinta dimensión.

La gente que vive SOLO en tercera dimensión, no es consciente de que sus pensamientos y sentimientos crean su realidad, al contrario, culpan a los demás de sus desdichas y desconectados de su poder, piden a Dios resuelva sus carencias y se quedan esperando desconectados de su poder creador.

Es consciencia pura, incorpórea y con ego sin apego. Emocionalmente equilibrado y en Shalom, Alef y Ehad. 

La gente de tercera dimensión también crea a partir de sus pensamientos y sentimientos, pero entonces ¿Cómo es que no están en cuarta dimensión?... la diferencia es solo: CONSCIENCIA. La gente de tercera dimensión NO ES CONSCIENTE de esto, la gente de cuarta dimensión no solo es consciente, ahora trabaja desde su interior transformando los patrones de creencias que limitan su creación.

La gente que vive SOLO en tercera dimensión, cree que el amor es un sentimiento y en base a ello, se crean relaciones dependientes y destructivas, las cuáles se manipulan a través del sentimiento. De igual forma, están desconectados de la verdad, ocultan sus errores, los enmascaran, tratan de cubrir lo que consideran “no es positivo” dando paso a la falsedad, la hipocresía, la diplomacia, etc.

Tanto cubren su verdad al mundo, que terminan por ocultárselos a si mismos, así que se olvidan de sus sueños, deseos, talentos, prioridades y comienzan a vivir la vida que otros diseñaron para ellos.

La gente que vive SOLO en cuarta dimensión, comienza a transformar sus patrones de creencias y con esto, comienzan a cambiar las prioridades por lo que poco a poco, se van acercando a la verdad de su esencia, por fin saben quiénes son, que quieren en la vida y que no. Al lograr esta conexión, comienzan a elegir solamente relaciones transparentes basadas en el amor, no como sentimiento, sino como vibración y por supuesto, basadas en la transparencia y la verdad, tocando entonces, la quinta dimensión.

Tercera, cuarta y quinta dimensión pueden estar fundidas en estos momentos, es posible entonces poder habitar las 3 dimensiones de manera simultánea, pues el proceso que nos ha tocado vivir como humanidad en estos momentos, no excluye ninguna dimensión, para ascender.


LAS PRIMERAS 7 DIMENSIONES DE LA OCTAVA VIBRACIONAL

Las dimensiones son los diferentes estados de conciencia, estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser Único. Son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a la Fuente Divina.
Todos los niveles dimensionales se encuentran en el aquí y el ahora. La diferencia es la longitud de su onda (frecuencia). Las dimensiones son frecuencias, dentro de la cual vibramos. Son algo parecido a las ondas de radio, son sus frecuencias.

Existen 7 dimensiones preceptúales, que van a la octava dimensional, donde se encuentra la Tierra en estos momentos. 
Igualmente, existen otras dimensiones, que corresponden a otras octavas vibratorias, que se encuentran actualmente fuera de nuestra comprensión humana.

Cada dimensión está regida por un conjunto de leyes y principios específicos, para funcionar en sintonía con la frecuencia de esa vibración.  
Cambiar de dimensión significa expandir nuestra conciencia (expandir nuestra forma de percibir la realidad). 
Ahora nos encontramos pasando a una realidad más energética. Se parece más al mundo de los sueños y la imaginación. 
Los seres humanos trascendidos, pueden permanecer en varios estados o niveles de conciencia, en forma simultánea, pues todos somos seres multidimensionales. Ellos lo saben conscientemente, y lo utilizan, con una labor de servicio, para ayudar a trascender a otros seres. 


Las 7 Dimensiones:

1. PRIMERA DIMENSIÓN: MICROCOSMOS MONÁDICO

Se sabe por ley de correspondencia (“como es arriba es abajo”) que cada unidad fractal es el reflejo de un todo. Cada dimensión es un espejo de la dimensión superior. El microcosmos refleja el macrocosmos y viceversa.
En la primera dimensión se encuentran pequeñísimas e imperceptibles unidades substanciales energéticas llamadas mónadas, éstas son como átomos pero de carácter metafísico que contienen dentro la información codificada de todo el cosmos.
Vibran a una frecuencia muy sutil, y a través de éstas, la conciencia universal (Dios) crea los distintos mundos.

A nivel material, ésta dimensión es descrita como un campo cuántico que transforma la energía en materia; esta dimensión es la matriz de la existencia, por lo que está conectada con la séptima dimensión de forma cíclica.

La Primera Dimensión es la encargada de transformar la energía en materia. Es la frecuencia básica de los átomos y las moléculas, por lo tanto, es la energía del microcosmos. Es la frecuencia vibratoria de activación del ADN. 
Maneja un nivel de conciencia elemental, puntual, sabe cómo dirigirse de un punto a otro. 
Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia. Los minerales son el aspecto cristalino de la misma, y el agua el aspecto líquido de la misma. 
Se encuentra también en los fluidos y las corrientes eléctricas del cuerpo humano. Activa el código genético e impulsa energéticamente el sistema celular.

Si tomáramos, como metáfora, al ser humano para describir las dimensiones, podríamos decir que la primera dimensión la experimentamos en la etapa pre-fetal; donde somos un conjunto de potencialidades, con un programa de división celular y mantenimiento de funciones. 

Todas las dimensiones funcionan a todas las escalas, y las de esta octava, son las mismas en todo el universo. 

2. SEGUNDA DIMENSIÓN: MUNDO ELEMENTAL

Esta frecuencia vibratoria, corresponde al mundo básico de la fuerza biológica que impulsa la vida, los seres unicelulares, las plantas, los insectos y algunos animales hacen parte de este estado de conciencia bilineal.
Nuestras células son un micro-reflejo de nosotros mismos, por lo que poseen su propia conciencia pero inconsciente de sí misma, sincronizada con el ritmo de la segunda dimensión, ellas funcionan en conjunto pero de modo predeterminado, ayudando a que se desarrolle la biología interna.
Del mismo modo, muchos animales actúan por “instinto” aunque posean lo que podríamos denominar una infraconsciencia, una mente que hasta ahora está empezando a madurar.
En esta dimensión la conciencia es grupal, es decir, que varios seres tienen la misma conciencia que los dirige, de modo automático, para que evolucionen como un conjunto. Las bandadas de aves que migran, por ejemplo, trabajan simultáneamente al unísono como si fueran todas ellas una sola mente. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los enjambres de abejas, las colonias de hormigas e incluso las células y otras entidades microscópicas similares, trabajan como si fueran uno.

La Segunda Dimensión es la frecuencia donde existen la mayoría de los animales y las plantas. Es también física e impulsa la identidad biológica. Es la vibración que mantiene la unión entre las especies. Lo que se ha llamado el inconsciente colectivo de las especies. Es la forma en cómo se reconocen los animales de una misma especie, para cumplir con sus funciones reproductoras. 
No posee diferenciación individual, ni auto-reconocimiento.
En este nivel de conciencia, no hay referencia temporal/espacial. La conciencia es lineal y bidimensional.

A nivel geométrico, se corresponde con las formas planas como el círculo, el cuadrado, etc.

Es la responsable de la variedad biológica y de todas las energías que se encargan de propiciarla; como las fuerzas elementales de la naturaleza.

Podemos tomar como ejemplo, las bandadas de pájaros, que actúan coordinadamente como un todo. También los bancos de peces. Ambos han sido objeto de estudio, y se ha comprobado que actúan como un cuerpo consciente, donde cada uno de los miembros, mantiene una distancia matemática entre ellos, y solamente rompen la formación cuando son atacados.
Dentro de este campo vibracional de segunda dimensión se encuentran además las fuerzas energéticas que rigen los cinco elementos (tierra, agua, fuego, aire y éter), prácticamente éste es el mundo que rige el curso de la naturaleza y la evolución estableciendo las bases fundamentales de la tercera dimensión.

Siguiendo la metáfora del ser humano, la segunda dimensión se podría comparar con la etapa fetal. Flotamos siendo uno con el entorno, en un estado de no ego, y sin referencia temporal/espacial.


3. TERCERA DIMENSIÓN: MATRIX. EL MUNDO FÍSICO

Cuando una conciencia ha desarrollado una percepción acerca de sí misma, entonces ocurre una individualización del ser, creando una personalidad o “ego”.

En ese momento el individuo pasa al tercer estado de conciencia que corresponde a la frecuencia vibratoria del mundo material.
La tercera dimensión es el mundo en el que habitamos los seres humanos, es la más fundamental debido a que casi todo el aprendizaje sobre la existencia lo adquirimos aquí a través de nuestras experiencias personales.
De hecho, el mundo físico podría considerarse el primer nivel existencial (en varias corrientes esotéricas se le denomina la primera dimensión), pues además de ser el más denso energéticamente por cantidad de vibración condensada en materia, es la morada del ser auto-consciente, aquél que posee una identidad y una percepción acerca del mundo que lo rodea.

Realmente, el camino evolutivo/espiritual comienza aquí, en este plano; cada alma es puesta a prueba en un largo camino que llamamos “vida”. Durante este trayecto, la conciencia desempeña un papel determinado en un juego virtual.

La tercera dimensión es un universo holográfico, tal como lo describe la teoría de los físicos Gerard ‘t Hofft y Leonard Suskind.
Los científicos David Bohm y Karl Pibran también postularon la idea de que nuestro universo funciona como un holograma basado en descubrimientos de la mecánica cuántica.
Dentro de esta realidad virtual, nos enfrentamos a una serie de retos, obstáculos para ayudar a despertar la conciencia y recordar quiénes somos y de dónde venimos.

Si bien la vida parece ser a veces demasiado dura y cruel, ten en cuenta que el sufrimiento es de cierto modo necesario para que el ser humano desarrolle su fuerza interior y valore lo realmente importante en la vida.

Las experiencias amargas que tenemos son parte de nuestro proceso evolutivo, todo va de acuerdo al plan del creador, así que, no todo es tan malo como parece. Después de todo, la tercera dimensión que tantos problemas nos acarrea, no es más que un espejismo, lo que debemos hacer es aprender a ver más allá de esa ilusión.

La Tercera Dimensión es la frecuencia donde existimos los seres humanos. También es física, y el tipo de conciencia es volumétrica y tridimensional.

A nivel geométrico, se perciben formas como la esfera, el cubo y los sólidos platónicos.

Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado, y proyectar el futuro, estando en el presente.

Se basa en la polaridad y la ilusión de separación, en el desarrollo de la identidad individual, y la pérdida del sentido grupal.

Ésta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes de nosotros mismos, desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del Todo. Es en esta dimensión donde nos percibimos más separados del Todo, que en ninguna otra, por lo tanto, es aquí donde al Ser Único se le presentan más retos de integración y crecimiento.

En el ser humano, comienza a partir del segundo año de vida, cuando el niño empieza a diferenciarse del entorno como individuo, a expresar sus deseos, a formar su ego.

Es una etapa de aprendizaje muy importante, donde comienza la fragmentación.

En tercera dimensión experimentamos un proceso de división del Ser. Es parte del trabajo de evolución, el recoger y juntar todas las partes.

El Apocalipsis Cuántico y El Universo Holográfico

Los Secretos de la Matrix. Realidad ilusoria:

4. CUARTA DIMENSIÓN: PLANO ASTRAL

Cuando una persona fallece, su conciencia se traslada a la cuarta dimensión, cruzando “una luz que se encuentra al final de un túnel”. Este umbral ha sido descrito por millones de personas que han sufrido encuentros cercanos con la muerte.

El “más allá”, como muchos lo conocen, corresponde a un mundo paralelo denominado “plano astral”.
Dicho plano se encuentra dividido en dos zonas principales:

- El “bajo astral”. Es donde habitan los seres de muy baja vibración: las entidades oscuras, los demonios, espíritus malignos, etc. También llamado inframundo o infierno por la cultura popular.

- El “alto astral”. Es donde habitan los seres de vibración elevada; como las almas despiertas, los elementales o espíritus de la naturaleza (duendes, hadas, gnomos, salamandras, ninfas, etc.), los guardianes guía (espíritus benevolentes que ayudan en la evolución espiritual), y en algunos casos hasta ángeles y extraterrestres.

Para la gente que es escéptica, todo esto le parecerá increíble, pero de hecho hay una forma de comprobar la existencia de todo lo anterior escrito.

El plano astral es de fácil acceso puesto que limita seguidamente con nuestra dimensión 3D. Para los que deseen conocerlo, solo deben estudiar una práctica llamada “desdoblamiento astral”.

Dentro de esta 4D también se halla el llamado “mundo onírico” o de los sueños. 
La mayoría de las veces que sueñas (más de un 80%) estás en realidad visitando el plano astral. Cuando nuestro cuerpo se queda dormido, el alma realiza un desdoblamiento involuntario, saliéndose del cuerpo y viajando al plano astral (la cuarta dimensión), pues es una frecuencia vibratoria donde la conciencia navega libre de cadenas.
Aquí también se encuentra la memoria de la matrix – conocida como los “registros akáshicos – donde se guardan el pasado, presente y futuro del cosmos. Accediendo a esta memoria podemos navegar por la mente del holográfico y conocer los profundos misterios de las esferas metafísicas.

La Cuarta Dimensión es un pasaje a la quinta dimensión. Es la frecuencia en la que comenzamos a tener conciencia de que no sólo somos un cuerpo físico, y comenzamos a percibir más allá de los sentidos físicos. Los llamados “deja vú” y la sincronicidad, comienzan a hacerse repetitivos y generalizados. Nos damos cuenta de que a muchas personas les ocurre lo mismo. Empezamos a percibir muchos cambios, tanto dentro como fuera de nosotros. Existe una inclinación a “saber”, a tener conocimientos sobre lo espiritual, más que lo religioso, a buscar más información para saber diferenciarlos.

Se siente un llamado, de nuestro Ser Interior, a la necesidad de estar con nosotros mismos. El auto-análisis y el auto-descubrimiento están presentes en este pasaje de la cuarta dimensión.
También nos damos cuenta del cambio que se está produciendo fuera de nosotros; vemos que el clima cambia constantemente, ya no permanece en estaciones, como antes, las horas del día se hacen más cortas, el tiempo ya no nos alcanza para hacer las cosas que hacíamos antes.
En esta dimensión, percibimos el tiempo en décadas cíclicas o en forma de espiral.

Existe un campo cuántico donde se presentan simultáneamente todas las posibilidades y alternativas.

Es la frecuencia de la sincronicidad absoluta, la empatía y la telepatía. Es la última dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico, compuesto de carbono 14, como vehículo de aprendizaje. 
En esta frecuencia, percibimos la multidimensionalidad, y nos damos cuenta de nuestra responsabilidad, al hacernos conscientes que cada una de nuestras acciones, afecta al Todo.

A nivel humano, tenemos la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas, establecidas desde hace mucho tiempo y que ya no se corresponden con esta nueva vibración. Y cada vez vamos a ver y experimentar más cambios en todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía.

El cambio dimensional es a todas las escalas, no sólo lo estamos experimentando los seres humanos, sino también la Madre Tierra y a una escala mayor, toda la galaxia. 
El cambio dimensional no sucede de un día para otro, sino por capas paulatinas de conciencia. 
Aceptar la conciencia de la cuarta dimensión, es lo que se llama el salto cuántico, y es el paso más difícil del cambio dimensional, ya que éste implica un profundo cambio de creencias.


5. QUINTA DIMENSIÓN: LA ETERNIDAD

La Quinta Dimensión es el portal hacia la Conciencia Crística. La Conciencia Crística es aquella conciencia colectiva que se reconoce a sí misma como unidad. 
Es la frecuencia de la sabiduría y es totalmente pura energía. Es donde se encuentran los Maestros Ascendidos y los espíritus guías.

En 5D experimentamos el fundirnos con el grupo de espíritus ascendidos, a cual pertenecemos vibracionalmente, y al Ser Superior o Multidimensional.

Es la dimensión donde recordamos quiénes somos, y despertamos nuestra sabiduría interna.
Es en esta dimensión donde se experimenta la conciencia grupal que forma un solo Ser de mayores dimensiones. Es una frecuencia energética, no física. El tiempo es un continuo, solo existe el eterno ahora. 
Muchos de los seres que están en 5D, al contactarse con su sabiduría, escogen ser los guías espirituales de los que estamos en la dimensión física, como parte de su servicio en el proceso de evolución.

Muchos de los seres canalizadores, hoy en día, están en 5D. 
Como es una dimensión de luz, percibimos holográficamente y en formas lumínicas de una gran intensidad. 
Aquí el mundo ilusorio de la materia desaparece para concebir una frecuencia vibracional que es pura energía.
Dentro de este mundo, la conciencia individual se fusiona con los diferentes grupos de almas que poseen el mismo nivel vibratorio, formando un solo espíritu. 
En la quinta dimensión, también se encuentran los seres de luz que guían a los hombres en su desarrollo espiritual (aquellos denominados ángeles). 
Es un mundo donde se cultivan las verdaderas almas libres navegando en un océano infinito que está más allá del tiempo y el espacio. Por eso se le llama la eternidad.

La diferencia entre Quinta y Sexta Dimensión, así como entre Sexta y Séptima, no es tan evidente como la de Tercera y Cuarta. A partir de la Quinta, las dimensiones se encuentran solapadas, o fundidas, y sus fronteras son difusas. Esto es debido a que estamos hablando de energía, no de materia.


6. SEXTA DIMENSIÓN: LA MATRIZ SAGRADA

La Sexta Dimensión es la que se llama Crística o Búdica, porque es aquí donde se llega al estado de remembranza total. Donde se toma responsabilidad por el Todo y se es el Todo. 
Es conocida, por los místicos, como la verdadera realidad, los budistas le llaman “nirvana” y los cristianos “el cielo”.
Es un estado de conciencia compasiva, el estado de Iluminación. 
Es el regreso a Casa, al Ser Único. 
En 6D, el proceso de evolución del Ser y el Todo, se experimentan como Uno. Es el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta conciencia se manifiesta como individual y colectiva, simultáneamente.

La 6D es la creadora de las matrices morfogénicas que se manifiestan en otras dimensiones, como tercera, segunda y primera. 
Estas matrices son las formas geométricas y las redes que llamamos Geometría Sagrada. Son los patrones geométricos de luz, creadores de vida y responsables de su materialización. Aquí es donde se materializan de inmediato los pensamientos. Aquí no existe maldad, por eso los pensamientos siempre son positivos. Se materializan solo energías positivas. 
Aquí yace la conciencia iluminada y la matriz numerológica en forma de sabiduría, como si se tratara de una gran biblioteca, que está ubicada a un paso de Dios.


7. SÉPTIMA DIMENSIÓN: LA MORADA DE DIOS

La Séptima Dimensión es la frecuencia de la integración total. Ya no quedan partes dispersas. La conciencia se experimenta multidimensionalmente, es decir, se tiene conocimiento de las partes que alguna vez estuvieron desmembradas en el pasado, con una nueva perspectiva de integración. 
Aquí se encuentran los Seres que están en la energía del Amor, y son puro amor.
Es una dimensión energética donde el cuerpo espiritual se sobrepone al cuerpo físico. Es la dimensión de conciencias de luz pura, en donde, la muerte, como la hemos experimentado a través de todas las desencarnaciones que hemos tenido, deja de existir, pues la función que cumplía, ya no será más.
La fuente divina de toda la existencia cósmica. Aunque algunos aseguran que tal vez existan 8, 9, 10, 11 y hasta 13 dimensiones, se sabe que en hay un punto de frecuencia vibracional donde la conciencia deja de percibir los diferentes mundos como separados, para integrarse con el “Uno” o lo que llaman los hinduistas el “Brahma” o “Atman”, el alma, la mente y el cuerpo del cosmos.

En el último estado de conciencia mora el Espíritu Supremo que creó el absoluto. Aquellas almas puras que han podido contemplar algunos destellos de esta inexplicable dimensión, afirman que se trata de la Morada de Dios.

“Las realidades de otras dimensiones y de otros niveles no estan fuera del alcanze del ser humano; al contrario están dentro de él, son parte de su vida, pues todo lo que existe es conciencia”

Namaste